jueves, octubre 08, 2015

Brasil ataca la moratoria internacional sobre semillas Terminator

Brasil ataca la moratoria internacional sobre semillas Terminator | Grupo ETC

Brasil ataca la moratoria internacional sobre semillas Terminator

Los Derechos de los Agricultores y la Soberanía Alimentaria bajo fuego
En  un  momento  en el que únicamente tres corporaciones — Monsanto, DuPont y Syngenta — controlan el 55% de las semillas comerciales del mundo, quienes representan los intereses del agronegocio introdujeron una iniciativa de ley en el Congreso de Brasil que busca revertir la prohibición de 10 años sobre la tecnología Terminator — semillas modificadas genéticamente para que su próxima generación sea estéril. La tecnología está diseñada para asegurar las ganancias de las corporaciones al eliminar el derecho ancestral de los agricultores de plantar las semillas de su cosecha.
Si se aprueba, la iniciativa de ley ahora en el Congreso — PL 1117/2015 — violaría una moratoria internacional sobre las pruebas en el campo y la comercialización de semillas Terminator, adoptada unánimemente en el año 2000, y ratificada en 2006 Curitiba, Brasil, por 192 gobiernos pertenecientes al Convenio sobre Diversidad Biológica.[1]
Durante casi dos décadas, la controvertida tecnología Terminator ha sido ampliamente criticada por agricultores, organismos científicos, gobiernos, movimientos y organizaciones sociales por representar una amenaza a la soberanía alimentaria, la biodiversidad y los derechos humanos. En mayo, el Papa Francisco escribió sobre la amenaza que significan las “semillas estériles.”[2]
En marzo de 2005 Brasil aprobó una ley nacional sobre bioseguridad que prohibió la tecnología Terminator. Pocos meses después la entonces diputada Kátia Abreu introdujo una iniciativa que revertiría la moratoria al permitir exenciones al uso de la tecnología. Abreu fue designada ministra de agricultura en diciembre de 2014. La nueva iniciativa de ley, que permite usar Terminator en cualquier cultivo siempre y cuando su uso se considere “benéfico” como “herramienta para la bioseguridad”, es esencialmente el mismo texto redactado por Abreu en 2005.
Según María José Guazzelli del Centro Ecológico en Brasil, “en vez de admitir los riesgos de los cultivos transgénicos para la bioseguridad y el fracaso en la prevención del flujo genético no deseado, los intereses de las corporaciones en Brasil están buscando legalizar Terminator bajo el disfraz de la bioseguridad. En cualquier caso, los científicos coinciden en que la tecnología Terminator no evitará que los genes se escapen.”
Gerson Texeira, presidente de la Asociación Brasileña para la Reforma Agraria (ABRA) agrega: “es ominoso que la Comisión del Congreso sobre Ambiente y Desarrollo Sostenible — sin mencionar la opinión pública — haya sido excluida del proceso de consulta, dadas las graves implicaciones de la iniciativa para la biodiversidad, los campesinos y el ambiente.”
Pat Mooney, del Grupo ETC, ahora en una reunión del Tratado Internacional sobre Semillas de la FAO, en Roma, advierte, “Brasil se mueve peligrosamente hacia un claro intento de violar la moratoria internacional. Tanto el Tratado de Semillas como el Comité sobre Seguridad Alimentaria Mundial de la FAO (próximo a reunirse) deben tratar de manera urgente esta amenaza y recordarle a Brasil que tiene un compromiso bajo el Convenio sobre Diversidad Biológica (CBD). El asunto debe llegar al CBD, que tendrá su 13ava reunión de las partes (COP13) en Cancún, en diciembre de 2016.”

Notas:
El borrador de la iniciativa PL 1117/2015 permitiría exenciones específicas para el uso de Terminator, referidas en el texto como Tecnología de Restricción del Uso Genético (TRUG). TRUG es el término utilizado por Naciones Unidas y por la comunidad científica para referirse a Terminator o a la esterilización genética de semillas. [3] Los usos que “la exención” permitiría incluyen:
a) Cuando las tecnologías de restricción del uso genético se introduzcan en cultivos biorreactores o en cultivos que puedan multiplicarse vegetativamente;
b) Cuando se haya verificado que el uso de la tecnología sirve como medida de bioseguridad y que constituye una medida benéfica para la actividad (traducción del Grupo ETC del texto en portugués).
Los cultivos biorreactores se refieren a cultivos diseñados para producir fármacos, combustibles u otros productos industriales (como plásticos).
El texto permite la aplicación de Terminator en cualquier cultivo que se propague vegetativamente. Esto incluiría, por ejemplo, caña de azúcar y árboles de eucalipto, cultivos industriales de gran importancia en Brasil.
El texto contiene de un enorme rendija legal que permitiría el uso de Terminator en CUALQUIER cultivo cuando se considere que es benéfico en términos de bioseguridad. La industria lleva mucho tiempo argumentando que la esterilidad diseñada ofrece un rasgo de bioseguridad incluido en el desarrollo de los cultivos transgénicos, porque, si un cultivo Terminator se cruza con una planta relacionada en las vecindades, la semilla producida de esa polinización no deseada será estéril. En realidad, las estrategias de contención molecular no brindarán ninguna solución 100% confiable para evitar el escape de transgenes, y sin embargo podrían ocasionar daños significativos a la biodiversidad.
Contexto corporativo: En Brasil, los esfuerzos para minar la moratoria global sobre Terminator ocurren en un momento en que las corporaciones más grandes del mundo de semillas y agroquímicos están consolidando su control corporativo sobre el primer eslabón de la cadena alimentaria: Monsanto, Syngenta y DuPont ya controlan una tercera parte del mercado global de agroquíminos y el 55% de todas las semillas comerciales. Aunque Syngenta, Monsanto y DuPont (y sus subsidiarias) se encuentran entre las compañías que han solicitado y obtenido patentes sobre tecnología Terminator, las tres compañías se han comprometido anteriormente a no comercializarla. Sin embargo, la última promesa de Monsanto no incluye cultivos no alimentarios.[4]
La tendencia en la concentración corporativa es particularmente ominosa para los agricultores en Brasil, que es el mercado más grande para la industria global de plaguicidas y el segundo mercado más grande tanto para Monsanto como para Syngenta. En agosto, Syngenta rechazó una oferta de $47 mil millones de dólares de Monsanto para adquirirla, pero se están preparando otras fusiones y adquisiciones.
Una cronología: “Regresaré”, dice Terminator, una y otra vez.

1998: La oficina de Patentes y Marcas Registradas de Estados Unidos otorga la patente # 5,723,765 al Departamento de Agricultura de Estados Unidos y Delta & Pine Land Company (adquirida por Monsanto en 2006) sobre un método para producir semillas estériles en su segunda generación. El Grupo ETC (llamado entonces RAFI) expuso la patente, denunciando al “Sistema de protección tecnológica” — como refieren los inventores a su técnica de esterilización de semillas— como una amenaza muy importante a la biodiversidad y a los agricultores. RAFI apodó a esta tecnología “Terminator” en un momento en que crecía su desaprobación por parte de la sociedad civil internacional y los organismos científicos. El asunto llegó al Convenios sobre Diversidad Biológica de Naciones Unidas (CBD). 
2000: Todos los gobiernos miembro del CBD (actualmente son 196 partes) acordaron no permitir ni pruebas de campo ni el uso comercial de Terminator, estableciendo una moratoria de facto (lo que se conoce como la Decisión V/5).
2001: El gobierno de India prohíbe el registro de las semillas Terminator.
2005: En febrero en el CBD durante una reunión del consejo asesor científico del CBD en Bangkok, el gobierno de Canadá se movió para despertar el consenso en apoyo a la moratoria sobre Terminator.
2005: En marzo, el gobierno de Brasil promulga una Ley Nacional de Bioseguridad en la que prohíbe el uso, venta, registro, patentamiento y licenciamiento de las Tecnologías de Restricción en le Uso Genético.  (TRUGs, Terminator).
2005: En septiembre, un borrador de iniciativa de ley se introdujo en el congreso de Brasil por la entonces diputada Kátia Abreu (PL 5964/2005), que permitiría exenciones a la prohibición de Brasil sobre las TRUGs, por ejemplo en el caso de las “plantas biorreactoras” (modificadas genéticamente para producir sustancias industriales).
2006: En una reunión del grupo de trabajo del CBD en Granada en enero, Australia, Nueva Zelanda y Canadá se movieron para debilitar la moratoria internacional al introducir lenguaje relativo a la evaluación de riesgos “caso por caso”, sugiriendo que las Partes deberían considerar las condiciones en las cuales el uso de Terminator pudiera aprobarse. 
2006: Después de movilización masiva de la Vía Campesina y otros movimientos sociales y de organizaciones de la sociedad civil de Brasil y del mundo, las Partes del CBD reunidas en marzo en Curitiba, Brasil (COP8) rechazaron las propuestas para la evaluación de riesgo caso por caso y acordaron mantener y fortalecer la moratoria sobre Terminator. Durante la reunión de ministros que siguió a la COP8, el entonces presidente de Brasil, Luíz Inácio da Silva reconoció que mantener la moratoria sobre Terminator fue uno de los resultados más significativos de la COP8.
2007: Un segundo borrador que permitiría exenciones a la moratoria  sobre las TRUGs se introdujo en el congreso de Brasil (PL 268/2007) impuesta por la ley de bioseguridad de 2005. La iniciativa, ampliamente denunciada por la sociedad civil nacional e internacional, se instala en el Congreso.
2009: Una tercera pieza de manuscrito de legislación se introdujo en 2007 (PL 268/2007) y comienza a moverse a través de diversas comisiones del Congreso de Brasil hasta que llega a la Comisión de Constitución, Justicia y Ciudadanía (CCJC). La iniciativa resucitada acumula oposición nacional e internacional, incluso una petición en el sitio Change.org firmada por casi 70 mil individuos y organizaciones. La iniciativa se mantiene allí en diciembre hasta el cierre se las sesiones. Las posibilidades de que una nueva sesión del Congreso y un nuevo presidente de la CCJC revivan la iniciativa para 2014 no son consideradas.
Diciembre de 2014: la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff designa a Kátia Abreu, — promotora del agronegocio y autora del borrador de ley en favor de Terminator que se introdujo en el Congreso en 2005 — como la nueva ministra de agricultura del país.
Mayo de 2015: El Papa Francisco escribe una encíclica enfocándose en el ambiente. En ella advierte del daño, particularmente para los productores en pequeña escala, del aumento de su dependencia que resultaría de las semillas estériles.
Abril de 2015: El diputado Alceu Moreira da Silva, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el mismo partido de la ministra Kátia Abreu, introduce una nueva legislación en el Congreso (PL 1117/2015) que reproduce la esencia del texto de 2005 en favor de Terminator de Abreu, que permite el uso de las TRUGs en cultivos industriales (como cultivos farmacéuticos o para combustibles); para cualquier cultivo que pueda reproducirse vegetativamente, y potencialmente, para cualquier cultivo en el cual se considere que el uso de las TRUGs es “benéfico” o sirve como “herramienta para la bioseguridad”.

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