un proyecto donde lo efimero es el soporte sabiendo que la muerte odia la eternidad del instante.
miércoles, octubre 08, 2008
martes, octubre 07, 2008
noticias de Adalbert stifer

![]() | Adalbert Stifter (Oberplan, 1805 - Linz, 1868). Escritor austríaco perteneciente al movimiento Biedermeier. Estudió en la Universidad de Viena y fue profesor e inspector de las escuelas de Linz. A pesar de los puestos que desempeñó, su vida estuvo llena de dificultades, contrastando con sus ideales de belleza, de armonía, de perfección moral y estética. |
lunes, octubre 06, 2008
william burroughs
poema:
William Burroughs
Día de Acción de Gracias. 28 de noviembre de 1986, de Vía Muerta
" Gracias por el pavo y las palomas mensajeras, destinados a ser cagados a través de las tripas de los americanos.
Gracias por todo un continente que hemos asesinado y hemos envenenado.
Gracias a los indios que nos proporcionan algo de peligro y de reto.
Gracias por las grandes manadas de bisontes, por matarlos, sacarles la piel y dejar que se pudra.
Gracias por los trofeos de lobos y coyotes.
Gracias por el sueño americano, por divulgar y falsificar hasta que el fraude salga a la luz.
Gracias por el Ku Kux Klan, por los policías que matan negros y se los
apuntan en su cuenta, por las mujeres piadosas y decentes con sus caras
mezquinas cansadas, amargadas y perversas.
Gracias por las pegatinas que pongan -Matar un maricón en nombre de Cristo-.
Gracias por el sida de laboratorio.
Gracias por la prohibición y la guerra contra la droga.
Gracias por un país donde a nadie se le permite hacer lo que quiere.
Gracias por una nación de chivatos.
Oh sí gracias por todos los recuerdos, va enséñame los brazos, siempre has sido un estorbo y siempre has sido un pesado.
Gracias por haber traicionado de esta forma el último y más importante de los sueños humanos. "
viernes, octubre 03, 2008
SIETE ANTIGRAMAS PALINDROMOS
"En giro torte sol ciclos et rotor igne"
A ti nota atónita
imita, a ti, mi
ameno fonema
oral. Con uno claro,
ya hay
eco de doce.
Allí, cráneo en arcilla,
rey ayer,
soñaba baños…
Yo hoy,
yo, ni cetro, metrónomo como norte mortecino y
lámina. Animal
es ése
y
no el león.
Seres
solos
sobre verbos
somos,
la ruta natural
sometemos.
De red
aérea
el ave, una duda nueva le
desata sed.
o ese deseo
sale de las
ala
s…
a
la sed, de sal,
roba sabor.
Al amar brama. La
yedra arde y
a voces a por ropa seco va.
Allá
le deja si aparece de cera. Paisaje del
aire sería
o más: La barba…… la palabra bálsamo.
yo solo soy
ese
ojo rojo.
Luz azul
no. Catarata con
anilina.
Reconocer
se es
ser tres.
(Del libro ‘Dentro de la boca’, Ediciones Portuguesas, Valladolid, 1990)
jueves, octubre 02, 2008
susa-literatura/MIREN AGUR
POESIA Y LITERATURA VASCA
© Miren Agur Meabe
El escenario de mi silencio es de papel.
Por eso veo hostiles bocas riendo en el reverso.
A veces, cuando el folio aparenta un pentagrama,
garabateo notas,
observaciones ahogadas entre interrogaciones,
llamadas de relojes que aúllan
como un perro en un cementerio abandonado,
mensajes imprevistos en las ventanas,
definiciones de los más comunes sentimientos,
voces en off...
notas generales.
Susa-ko liburuak/ Susa-literatura vasca
NOTAS PARA CONSERVAR LA MEMORIA 3
Llovía sobre mi clítoris.
Los relámpagos acudían con fulgores a tu pecho:
parecía que sangrabas.
Pero eran sombras
que buscaban descanso en la llanura de tu piel.
Tu sexo olía a humo,
pardo y viejo.
En cambio, yo debía de ser azul,
y me robaste oxígeno
de mis rosados agujeros.
Tus dedos marrones en mi vagina
fueron ramas ásperas y otoñales.
Sacaste un pañuelo de papel, no sé de dónde,
y lo tiraste por la ventanilla,
húmedo y arrugado.
Mis senos ansiaban reventar.
Llovía sobre mi clítoris.
© Miren Agur Meabe
www.susa-literatura.comARISTI, Pako. Portal Literatura Vasca
Amo el amor que se nombra,
su lenguaje de ilusiones.
Odio el amor preventivo,
el cómputo de bienes.
Amo el amor solidario,
un bien común de dos contrarios.
Odio el amor que es liturgia,
una ceremonia de reproches.
Amo el amor que crece.
Odio el amor sumiso.
Amo el amor que arriesga.
Odio el amor de piedra.
Amo el amor que no encuentra
odio que le albergue.
Odio el amor desvalido de amor.
El tiempo de los besos (Pako Aristi)
Aprender a besar es
aprender un nuevo idioma,
conocer otro lenguaje.
Hay besos para la bienvenida,
y besos que se abren como la lluvia.
Hay besos de indiferencia,
besos como bocas confiadas,
y besos huérfanos de labios.
Pronto, distingues entre los besos
que morirían por ti,
y aquellos que darían la vida
por una sola noche.
¡Hay tantos besos!.
¿Cuánto espera una madre
que el eco de la infancia
devuelva los besos
que ya no le damos?.
¿Cuánto tardamos en recuperar
los besos perdidos?.
Hay besos seguros
como una costumbre
y besos errados
que son lecciones.
Hay besos sujetos a los ojos
para siempre,
besos que acarician
para parecerse a una mano,
besos que atraviesan los cuerpos
como un mapa de ríos
y ciudades enterradas,
y besos como una larga cadena
de esperanza y tristeza.
¡Hay tantos besos!.
Besos torpes como un recuerdo
y besos sabios como cien espejos.
El tiempo de los besos:
un tiempo que discurre
desde el presagio de un nuevo idioma,
hasta la negra hora
en la que no queda nadie a quien besar.
Y hay besos como este:
muaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa,
besos largos añorados,
profundos, sinceros…,
besos para toda una vida,
si alguien quiere compartirlos.
miércoles, octubre 01, 2008
desmayarse, atreverse...

Desmayarse, atreverse…
Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho ofendido receloso;
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que el cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño,
esto es amor: quien lo probó lo sabe.
La Maquina de Tiempo, una revista de literatura.....
Cuentos en La Máquina del Tiempo
Para celebrar el haber superado cada mes las 80 mil visitas, los convido en esta segunda entrega, con la prosa que ha dado forma y fondo a esta máquina del tiempo...
Los buitres - Por Oscar Cerruto
El Pecado - Por Tadeusz Rozewicz
Los Cuatro Desaparecidos - Por Thomas Wolfe
Tres Rosas Amarillas - Por Raymond Carver
Los Asesinos - Por Ernest Hemingway
Una visión del mundo - Por John Cheever
El Guardavía - Por Charles Dickens
El día no devuelto - Por Giovanni Papini
La vendimia de Sodoma - Por Rachilde
El Monstruo Verde - Por Gerárd de Nerval
¿Por qué no pueden decirte el porqué? - Por James Purdy
Historia de un muerto contada por él mismo - Por Alexandre Dumas
Sin Mañana - Por Bernardo Kordon
La mendiga de Locarno - Por Heinrich von Kleist
Algo de Tolstoi - Por Tennessee Williams
El Hombre Muerto - Por Leopoldo Lugones
La Ley de los Espacios en Blanco - Por Giorgio Pressburger
Volver - Por Antonio Di Benedetto
La Tristeza - Por Anton Chéjov
La intrusa - Por Jorge Luis Borges
Manuscrito hallado en un bolsillo - Por Julio Cortázar
La Mujer de Otro - Por Abelardo Castillo
El Policía de las Ratas - Por Roberto Bolaño
Se llama poesía todo aquello que cierra la puerta a los imbéciles - Por Aldo Pellegrini
Recomendaciones a Sebastián para la compra de un espejo - Por Eduardo Gudiño Kieffer
Los Tarmas - Por Isidoro Blaisten
Un pueblo llamado Yumiura - Por Yasunari Kawabata
El Ilustre Amor - Por Manuel Mujica Láinez
Pobres Gentes - Por Leon Tolstoi
Tan Triste como Ella - Por Juan Carlos Onetti
Silencio - Por Clarice Lispector
Un Modelo de Agricultor - Por Jules Renard
Aceite de Perro - Por Ambrose Bierce
Antes de la Ocultación - Por María Zambrano
Una Modesta Proposición... - Por Johnathan Swift
Matar a un Niño - Por Stig Dagerman
Paolo Uccello - Por Marcel Schwob
La Confesión - Por Manuel Peyrou
Cox City - Por Guillaume Apollinaire
Arriba del Agua - Por Jesús Gardea
Bienvenido, Bob - Por Juan Carlos Onetti
Vinum Sabbati - Por Arthur Machen
Ser Polvo - Por Santiago Dabove
La Obra Maestra Desconocida - Por Honoré de Balzac
Conversación - Por Eduardo Mallea
Agencia de Viaje - Por Eugène Ionesco
El Duende de la Madera - Por Vladimir Nabokov
El Palacio de las Bellas Durmientes - Por Yasunari Kawabata
Una Noche de Eden - Cuento de Horacio Quiroga
Las hermanas - por James Joyce
El Elixir de Larga Vida - por Honoré de Balzac
El Fantasma - por Enrique Anderson Imbert
El Heresiarca - por Guillaume Apollinaire
La Vida Secreta de Walter Mitty - por James Thurber
Felicidad Clandestina - por Clarice Lispector
Algo Había Sucedido - por Dino Buzzati
La Desconocida del Sena - por Jules Supervielle
Apunte Callejero - por Oliverio Girondo
Cómo Escribo - por Italo Calvino
¿Cuanta Tierra Necesita un Hombre? - por Leon Tolstoy
Transición - por Algernon Blackwood
Elsa - por Felisberto Hernández
Una Propiedad del Sueño - por Tomás Barna
El Sacerdote - por William Faulkner
El Abanderado - por Alphonse Daudet
El Cerebro de un Agente de Policía - por Alfred Jarry
Las Tres Carreras - por Marcel Schwob
Cuento Azul - Por Marguerite Yourcenar
El Dueño del Fuego - por Sylvia Iparraguirre
Mera Sugestión - por Fernando Sorrentino
Alí el Justo - por Judith Gautier
Un Cuerpo de Mujer - por Ryunosuke Akutagawa
Un Mensaje Imperial - por Franz Kafka
En La Oscuridad - Por Antón Chejov
Gaspar de la Noche - por Aloysius Bertrand
Un Cuento Memorable - por Alejandra Pizarnik
El Hermano Mayor - por Abelardo Castillo
¿Fue un Sueño? - por Guy de Maupassant
El Otro - por Jorge Luis Borges
Dos Imágenes en un Estanque - por Giovanni Papini
El Hombre que Ríe - por Jerome David Salinger
Dentro y Fuera - por Hermann Hesse
Los Nueve Billones de Nombres de Dios - por Arthur Clarke
Carta a un Joven Poeta - por Rainer María Rilke
Una Muerte Mental - cuento de Giovanni Papini
Hernán Isnardi