domingo, noviembre 26, 2017

El regreso de Castelao a Madrid

El regreso de Castelao a Madrid | Periodistas en Español






El artista gallego, quien frecuentó la capital en los primeros años del siglo XX, es homenajeado con una gran exposición en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando

En diciembre de 1908 Eduardo Dieste presentó por su cuenta, en el II Salón de Humoristas de Madrid, una serie de acuarelas de temática rianxeira dibujadas por Alfonso Rodríguez Castelao (Rianxo, 1886-Buenos Aires, 1950). Los dibujos causaron una gran sensación y los amigos de Castelao en Madrid lo animaron a viajar a la capital, lo que hizo al año siguiente para presentar en el III Salón sus “caricaturas de aldea”.
Castelao
Castelao
La estancia de Castelao en Madrid en 1909 tenía por finalidad oficial la obtención del doctorado en Medicina (finalmente parece que no llegó a matricularse en ninguna asignatura), pero la verdad es que sus amigos querían dar a conocer una obra que allí tendría más facilidades para una proyección nacional. Entre los contactos de Castelao en Madrid estaban Manuel Lustres RivasJavier Montero Mejuto y sobre todo su amigo pontevedrés Javier Valcarce, con quien colaboró en la “Biblioteca de Escritores Gallegos” que éste dirigía y quien lo introdujo en los ambientes artístico, literario y periodístico y en las tertulias de la época, como la de Sofía Casanova. Frecuentó las reuniones de la cafetería Excelsior, donde nació el movimiento Acción Gallega de Alfredo VicentiBasilio Álvarez y Manuel Portela Valladares, así como el Ateneo, donde durante su estancia Víctor Said impartió un curso sobre Historia de la poesía gallega en la Edad Media.  Aquí Castelao pronunciaría en mayo 1915 la conferencia “La caricatura”.  El Centro Gallego nombró a Castelao “socio de mérito”.
Otro amigo de Castelao en Madrid fue Francisco Javier Sánchez Cantón, con quien descubrió la ciudad, que éste conocía muy bien, y con el que cruzó después una extensa correspondencia. Sánchez Cantón dirigió la publicación del álbum “Nos” pagando de su bolsillo la edición de la obra. Pese a algunas diferencias posteriores que los alejaron, Sánchez Cantón calificó a Castelao como “el mejor prosista en gallego de nuestro tiempo”.
Aunque no le gustaba vivir en Madrid y que la saudade le obligaba a regresar cuanto antes a Galicia, volvería en 1912, en 1915 (este año impulsó en Madrid la revista “Estudios Gallegos” dirigida por Aurelio Ribalta y dibujó la cabecera de la segunda etapa), en 1918, en 1920 y en 1921. En 1936, elegido diputado en las elecciones de febrero, acompañó a la Comisión de alcaldes al pleno de las Cortes en Madrid.
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La obra de Castelao en Madrid

Dada la relación que el escritor de Rianxo tuvo con Madrid durante algunos momentos importantes de su vida, era ya hora que se reconociera en la capital la obra de Castelao y su trayectoria humana y artística. Este reconocimiento llega ahora de la mano de las Fundaciones Mapfre y Gonzalo Torrente Ballester, así como de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, que acoge en sus salas, hasta el 26 de noviembre (26:11:2017), una de las más extensas exposiciones del artista, escritor y político gallego bajo el título de “Castelao grafista. Pinturas, dibujos, estampas”. A destacar la labor del Museo de Pontevedra, la Fundación Penzol y el ayuntamiento de Vigo, depositarios de algunas de las mejores piezas de la exposición. Además de algunas de sus mejores pinturas, aquí se recogen fundamentalmente diseños, carteles, estampas y dibujos que Castelao hizo para libros y publicaciones.
Castelao-coro-negros
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De la pintura al dibujo y la ilustración

Sin abandonarla del todo, a mediados de la década de 1910 Castelao dejó a un lado la pintura para dedicarse con más intensidad al grafismo y aquí están muy presentes las peculiares relaciones entre ambas expresiones artísticas en obras como las cubiertas de “El Hidalgo don Tirso de Guimaraes” de Luis Antón del Olmet, “Do ermo” de Noriega Varela o “Vento mareiro” de Ramón Cabanillas. Cuando en 1945 quiere dejar su testamento pictórico y ético, Castelao lleva a la tela, con algunas matizaciones visuales,  una estampa de guerra de 1937, “A derradeira leición do mestre”.
Esta exposición recoge su evolución en el campo del grafismo en paralelo a su progresivo compromiso ético y social y su identificación con el pensamiento político nacionalista, desde sus colaboraciones con la revista “Vida gallega” a las ilustraciones en las que el texto adquiere un protagonismo ascendente, como en “Cousas da vida”, donde utiliza el humor para reflexionar profundamente sobre la problemática social.
Su compromiso político ya está totalmente presente en los años 30 especialmente en las estampas de guerra (“Galicia mártir”, “Atila en Galicia” y “Milicianos”: los tres álbumes están presentes en esta exposición). “Yo no quise cantar el regocijo de nuestras fiestas ni el hartazgo de las bodas, sino las tremendas angustias diarias del vivir labriego y marinero”, escribió Castelao en 1931 en el prólogo del álbum “Nos”.
De formación autodidacta, Castelao insistió en la necesaria renovación del arte gallego (“Mucho se habla de Arte universal, pero todo Arte tiene su patria, todo Arte es fruto de alguna tierra”) y puso sus esfuerzos en la búsqueda de una identidad y en las relaciones entre tradición y actualidad. Sus pinturas, dibujos e ilustraciones muestran un retrato de la realidad gallega. Sus constantes artísticas son los paisajes amplios, los personajes anónimos, las figuras en primer plano que avanzan hacia el espectador, los distintos planos en los que se desarrollan acciones diferentes en un mismo cuadro, los protagonistas que aparecen con frecuencia: ciegos, campesinos, emigrantes, indianos, caciques… elementos todos ellos que identifican la geografía física y humana de Galicia con una eficacia expresiva deslumbrante.

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