jueves, octubre 20, 2011

Lo que vale tu voto

La mirada del mendigo: Lo que vale tu voto

Según los datos de las últimas elecciones generales:

P$OE: 11.026.163 votos --> 164 diputados ===> 1 voto del P$OE= 14,87 µdip
PP: 9.763.144 votos --> 148 diputados ===> 1voto del PP = 15,15 µdip
CiU: 835.471 votos --> 10 diputados ===> 1 voto de CiU = 11,97 µdip
ERC: 652.196 votos --> 8 diputados ===> 1 voto de ERC = 12,27 µdip
PNV: 420.980 votos --> 7 diputados ===> 1 voto al PNV = 16,63 µdip
IU: 1.284.081 votos --> 5 diputados ===> 1 voto de IU = 3,89 µdip
CC: 235.221 votos --> 3 diputados ===> 1 voto de CC = 12,76 µdip
BNG: 208.688 --> 2 diputados ===> 1 voto al BNG = 9,58 µdip
ChA: 94.252 --> 1 diputado ===> 1 voto de la ChA = 10,60 µdip
EA: 80.905 --> 1 diputado ===> 1 voto de EA = 12.36 µdip
Na-Bai --> 1 diputado ===> 1 voto a Na-Bai = 16,38 µdip

La conclusión es, por supuesto, las matemáticas no fallan, el mismo que obtuve en la anterior entrada sobre el tema: 1 voto del PP o del P$OE equivalen a 4 de IU.

Si cogieran una urna y tirasen a la basura las tres cuartas partes de las papeletas de un partido, y eso lo hicieran en todas las urnas de España, la gente se escandalizaría. Lo haces con arreglo a una distribución matemática y la gente se queda complacida.

Pero es lo mismo: un pucherazo electoral y una falta de representatividad del Congreso. La quiebra de la democracia.

Ordenando los resultados, de mayor a menor valor de cada voto:

1 voto al PNV = 16,63 µdip
1 voto a Na-Bai = 16,38 µdip
1 voto del PP = 15,15 µdip
1 voto del P$OE= 14,87 µdip
1 voto de CC = 12,76 µdip
1 voto de EA = 12.36 µdip
1 voto de ERC = 12,27 µdip
1 voto de CiU = 11,97 µdip
1 voto de la ChA = 10,60 µdip
1 voto al BNG = 9,58 µdip
1 voto de IU = 3,89 µdip

Ahora ya sabes lo que vale tu voto.

lunes, octubre 17, 2011

El viento que mece la hierba

El viento que mece la hierba
Hermosos, y si digo hermosos digo autenticos, pasajes sin la pesadez del que levanta acta ni la levedad del que cuenta un cuento, estampadas miradas hacia fuera y hacia dentro que conmueven la estampita de estar vivo en vez de muerto.

LA VERDAD QUE SABEMOS


Quizás El árbol de la vida sea incómoda a los espectadores de hoy, acostumbrados a la velocidad y a los efectos especiales. Me habían advertido “hay gente que se ha dormido en la película”. En Barcelona, sin más, algunas personas del público exigieron la devolución del dinero de la entrada. Malick guarda en el anonimato su renuncia al éxito, director de películas como La delgada línea roja y Malas tierras, nos presenta dos horas y media de nuestras diminutas vidas encerradas en una naturaleza que sigue su curso de belleza y destrucción indiferente a la infancia de tres niños en el seno de una familia americana de los años 50.
El recorrido por la infancia es lento y gestual, solo amparados por un ángel, su madre, que les ofrece la protección y la ternura suficiente para detener el paso del tiempo. Curar, educar, cuidar. En sus caricias parece inculcarles una “religión” eterna “Mirad la gloria que nos rodea”, “Cuando este árbol crezca tú ya serás mayor”. La muerte de su segundo hijo nos coloca ante el porqué de la inseguridad del mundo, nadie tiene la culpa, las cosas ocurren sin que podamos hacer nada y qué hace Dios mientras tanto? “Envía moscas a las heridas que él debería curar”. El padre (Brad Pitt) intenta que sus hijos tengan la dureza del mundo y una cierta cultura del éxito, en definitiva, las reglas de un mundo que se le acaba cayendo “no soy nada”. Al final el hijo mayor, escéptico ante el mundo del trabajo, se reconcilia con la vida “padre, madre siempre estaré con vosotros”. El árbol de la vida es una película inusual para los tiempos que corren y debería volver a situarnos en un mundo que por otro lado siempre estuvo ahí. La filosofía de Malick, de origen sirio, es incómoda porque con armas antiguas nos plantea combatir el peso histórico tan agobiante que nos ha tocado vivir. No me he dormido, me gusta que me recuerden las verdades de siempre.

domingo, octubre 16, 2011

NUEVAS SOBRE TOMAS TRANSTRÖMER

Presentación de La Otra-Gaceta 55 | Revista La Otra

Tomas Tranströmer

Autor

Tomas Tranströmer (Estocolmo, 1931). Escritor, poeta y traductor sueco. Desde muy joven alternó su trabajo de psicólogo con la escritura de poesía. Desde la publicación de su primer libro, 17 dikter (17 poemas) en 1954, aclamado por la crítica, su producción creció sin prisa y sin pausa, al tiempo que su obra fue siendo traducida a distintas lenguas; en la actualidad sus poemas pueden leerse en más de cuarenta idiomas. Junto a Swedenborg y Strindberg, es uno de los escritores suecos que más ha influido en la poesía universal.
Tranströmer ha ganado los premios Bonnier de Poesía, el Premio Internacional Neustadt de Literatura, el Oevralids, el Petrach de Alemania, y el galardón sueco del Foro Internacional de la Poesía.

Tomas Tranströmer. Premio Nobel 2011. ¿Un premio a la poesía?
José Ángel Leyva

Se ha vuelto un lugar común en los medios de comunicación repetir la frase de que el reciente premio Nobel de la Academia Sueca fue otorgado a la poesía, ante una general ignorancia del personaje y del autor de una obra a la que se destina dicho reconocimiento.

Tomas Tranströmer

Tomas Tranströmer

Yo diría que el mejor premio para una obra literaria es la lectura de su obra, pero no ha sido éste el caso. Su antecesor, Mario Vargas Llosa ha gozado desde joven de los frutos que le reditúa su escritura. Millones de lectores en el mundo hemos contribuido a enriquecer sus arcas y a impulsar su poder político y mediático. Es un hombre polémico y acomodado, popular y políticamente correcto, cuando le conviene. Los casos de muchos de sus colegas es semejante. No obstante… sus lectores aprecian sus dones literarios y reconocen su valor social. Pero no es el caso de Tranströmer, a quien pocos han leído. No obstante, él era ya candidato al premio desde hacía varios años.

Nuestra colaboradora, Ángela García y su compañero de vida Lasse Söderberg, otro gran poeta nacido en Suecia, nos envían algunos poemas de este Nobel para irnos familiarizando con su presencia, que en honor a la verdad seguirá siendo mínima comparada con la de personajes como Vargas Llosa, Saramago, García Márquez –por mencionar unos cuantos–e incluso de otros poetas que le antecedieron en el premio, como el propio Octavio Paz. No es un premio a la poesía, la poesía no recibe premios ni reconocimientos, sino a un poeta conocido en su tierra y en su lengua, pero desconocido fuera de su ámbito. Es un premio que viene a estimular a los suecos y a su sentido de identidad y pertenencia, sobre todo cuando se trata de un galardón institucionalizado por su propio país, en una lengua de pocos millones de hablantes. Pienso, sí, que el hecho de que se entregue estos premios a poetas de la talla de Tranströmer, llaman la atención sobre la escasez de lectores del género y sobre los numerosos cultivadores de la poesía. Quizás los poetas no hemos aprendido aún a comunicarnos con los lectores, al margen del mercado, pero al centro de la sinceridad y la autenticidad, esperamos tal vez, un nuevo remesón estético y cultural que modifique esos vínculos entre el que escribe y el que lee, que es el mismo y luego, una vez en la editorial, se vuelve un hecho colectivo, plural, público, privado.

Traducción de Ángela García y Lasse Söderberg

Tomas Tranströmer

Tomas Tranströmer

Tierra calada

El sol blanco se filtra en el smog.
La luz resuma, se desliza hacia abajo

Hasta mis ojos inferiores que descansan
profundamente bajo la ciudad y miran a lo alto

viendo la ciudad desde abajo: calles, cimientos
como fotos aéreas de una ciudad en guerra

Aunque al contrario – una foto de topo:
silenciosos cuadros en colores apagados.

Ahí se toman las decisiones. Los huesos de los muertos
no se pueden diferenciar de los huesos de los vivos.

La luz del sol aumenta de volumen, chorrea
en las cabinas de avión y las vainas de los guisantes.

Nocturno

Conduzco a través de una aldea en la noche, las casas surgen
En la luz de los reflectores –están despiertas, quieren beber.
Casas, graneros, avisos, vehículos sin dueño –es el ahora
se visten de vida. La gente duerme:

unos pueden dormir plácidamente, otros tienen los rasgos tensos
como si estuvieran en duro entrenamiento para la eternidad.
No se atreven a soltar todo aunque su sueño sea pesado.
Descansan como barreras tendidas cuando el misterio pasa.

Fuera del pueblo sigue largo el camino entre los árboles del bosque.
Y los árboles los árboles callándose en mutua concordia.
Tienen el color teatral que hay en el brillo del fuego.
¡Cuán nítidas sus hojas! Me acompañan hasta casa.

Ya acostado voy a dormir, veo imágenes desconocidas
y signos garrapateándose tras los párpados
en la pared de la oscuridad. En el resquicio entre la vigilia y el sueño
una carta grande intenta deslizarse inútilmente.

A casa

Una llamada telefónica se escurrió en la noche y centelleó en el campo
y en los suburbios.
Luego dormí inquieto en la cama de hotel.
Semejante a una aguja en el compás que un corredor de orientación lleva
a través del bosque con el corazón palpitante.


Anémonas azules

¡Dejarse embrujar!- nada más sencillo. Es uno de los trucos más antiguos de la tierra y la primavera: Anémonas azules. De cierto modo son inesperadas. Brotan del pardo crujido del año recién ido en lugares inadvertidos donde de otro modo la mirada nunca se detendría. Alumbran y flotan, si flotan y es a causa del color. Este fervoroso azul violeta ahora no pesa nada. Es el éxtasis pero bajo techo angosto. –“Hacer carrera” –¡no viene al caso! “Poder” y “publicidad” –¡risible! Al parecer organizaron una gran recepción arriba en Nínive, the giordo rusk ok mykit banh. Alto en el techo –sobre todas las cabezas colgaban arañas de cristal como buitres de vidrio. En vez de un demasiado decorado y alarmante callejón sin salida las anémonas azules abren un camino de arces a la fiesta real, de silencio mortal.

“The giordo rusk mykit banh” (cita de las Crónicas de Erik del siglo 14 que describe un ensayo musical)

Deshielo de mediodía

El aire matutino distribuyó sus cartas con ígneas estampillas.
La nieve alumbró y todas los fardos se aligeraron –un kilo no pesaba más que 700 gramos.

El sol estaba alto sobre el hielo, volando inmóvil caliente y frío a la vez.
El viento avanzó lentamente como si empujara un coche de niño delante.

Las familias salieron, vieron el cielo abierto por primera vez en mucho tiempo.
Nos encontrábamos en el primer capítulo de un vigoroso relato.

El brillo del sol se atascó en todas las boinas de piel como el polen en los abejorros
Y el brillo del sol se atascó en el nombre invierno y ahí se quedó hasta que el invierno terminara.
Un bodegón de maderos en la nieve me volvió pensativo. Les pregunté:
“ Vamos juntos hasta mi infancia?” Me contestaron “si”.

En los matorrales se oyó un murmullo de palabras en un idioma nuevo:
las vocales eran cielo azul y las consonantes eran ramitas negras y se hablaba muy lentamente
sobre la nieve.

Pero el avión reactor haciendo venias de sus enaguas de estruendo
logró que el silencio en la tierra aumentara de intensidad.

jueves, octubre 13, 2011

gato vadio

gato vadio
Só a rejeição total da realidade no-la pode mostrar na sua verdade."
Santiago Lopez-Petit*
"Queremos mais democracia". Queremos equipas governativas a votação, em postal? Caderneta de cromos? Calendário, em calções e saiote? Queremos a meritocracia a funcionar, é isso? Queremos os mais competentes, os menos corruptos? Será isso “mais democracia”? Mas há democracia com representantes? E com cargos estatais? Existe democracia legitimando a preservação de uma corporação assente no Estado e que dispõe da possibilidade de regular todos os âmbitos da vida humana? Claro, uma corporação mais transparente, mais zelosa e cumpridora dos seus compromissos aguentar-se-à mais tempo no poder. Existe democracia sem auto-governo?
(continuar a ler a "Brevíssima leitura cruzada do Manifesto do 15 de Outubro" abaixo...)



Salvar esta democracia, não é salvar o capitalismo?
Sexta-feira, 14 de Outubro, 22h
Debate indignado, com Vanessa Martins, João Vilela e António Alves da Silva (moderador)


Na véspera da Manifestação Mundial do 15 de Outubro por uma Democracia Verdadeira torna-se urgente debater o que é isso de democracia. A falsa e a verdadeira. A formal e a real. A democracia política e a económica. A democracia da elites e a democracia para todos. A questão não é nova. Mas tem hoje uma nova urgência face à crise financeira do capitalismo e ao coro de protestos que varre hoje o mundo inteiro. Como dizia Antero de Quental: «A crítica eis, por ora, qual deve ser a nossa ocupação. Fazer praça, limpar o terreno para a nova seara: a colher, por ora, só vejo joio e ervilhaca.»




A Gato Vadio / Saco de Gatos - Associação Cultural e Espaço de Intervenção Social - convoca os manifestantes à auto-organização em assembleias populares no Porto, na Praça D. João I depois de finalizada a manifestação do 15 de Outubro e a fazerem a democracia directa que os anima.

Se a palavra revolução já desapareceu dos teus lábios não querer dizer que ela seja passageira.


* Na Livraria Gato Vadio encontram "A Mobilização Global", de Santiago Lopez-Petit


Brevíssima leitura cruzada do Manifesto 15 de Outubro

"retirem o memorando. vão embora. não queremos o governo do FMI e da troika!"
É possível rejeitar o FMI e a troika, sem pôr em causa a existência de “ cargos públicos [como] os responsáveis pelo Banco de Portugal ao Banco Central Europeu, da Comissão Europeia ao Procurador Geral da República”? É possível rejeitar aquele, mantendo e defendendo quem o convida? Quem lhe prepara o terreno?

"queremos ver redistribuídas radicalmente as riquezas e a política fiscal mudada, para fazer pagar mais a quem mais tem: aos banqueiros, ao capital e aos que não pagam impostos".
Que riqueza? Aquela que assenta na ignominiosa depradação de recursos? Na depauperação dos ditos países pobres? Distribuir a riqueza actualmente gerada pela lógica capitalista, ou seja, tabelar o mergulho insano na hiper-produção, no hiper-consumo e no hiper-desperdício? Como não questionar essa riqueza em si? Como é ela gerada? Que fim tem? O que cumpre essa realização de riqueza, senão, precisamente a situação social de colapso... até nos ditos países ricos, como Portugal, Grécia, Espanha...

"queremos o controlo popular democrático sobre a economia e a produção. "
Porque ainda não se quer a economia e a produção para si. Única forma de controlá-la: fazer a sua própria economia e dispor autonomamente dos meios para decidir o que produzir. A autogestão exclui a necessidade de pensar na “a economia” ou na “a produção”, entendidas como supra-entidades. Quer-se, ingenuamente, controlar melhor aquilo que não controlamos de todo?

"queremos trabalho com direitos, zero precários na função pública (em Portugal o maior contratador de precários é o estado), a fiscalização efectiva do cumprimento das leis laborais e o aumento do salário mínimo."
O precário é necessário como nunca para que nem sequer haja o assomo de pôr em causa o trabalho assalariado e a base injusta em que ele assenta. O precário é aquele que reivindica, aquele que define o seu corpo político, pela vontade de integração plena numa relação exploratória. Ainda há algumas décadas se lutava contra o trabalho assalariado, constestando o princípio do lucro, etc.
Será que o precário só passa a viver depois de ter trabalho com direitos, um emprego na função pública, uma comissão de vigilância aos patrões e 600€? Para poder viver a vida feliz que a sociedade lhe vende? Para encontrar um lugar ao sol na hiper-produção, no hiper-consumo e no hiper-desperdício? A vida não vem antes do direito e do trabalho-no-sistema-
capitalista? Pode existir vida no mundo no seio do trabalho-no-sistema-capitalista? Esta ideia mais do que falida, ainda tem pernas para andar?

"queremos mais democracia: "
Queremos equipas governativas a votação, em postal? Caderneta de cromos? Calendário, em calções e saiote? Queremos a meritocracia a funcionar, é isso? Queremos os mais competentes, os menos corruptos? Será isso “mais democracia”? Mas há democracia com representantes? E com cargos estatais? Existe democracia legitimando a preservação de uma corporação assente no Estado e que dispõe da possibilidade de regular todos os âmbitos da vida humana? Claro, uma corporação mais transparente, mais zelosa e cumpridora dos seus compromissos aguentar-se-à mais tempo no poder. Existe democracia sem auto-governo?

"queremos a eleição directa de todos os representantes cargos públicos, políticos e económicos: dos responsáveis pelo Banco de Portugal ao Banco Central Europeu, da Comissão Europeia ao Procurador Geral da República"
Eleição directa de cargos públicos, para nos sentirmos mais responsáveis pelas estruturas que gerem a catástrofe e que assentam a sua base na autocracia? Não só não questionar as armaduras do sistema político do capitalismo, mas ainda por cima conferir-lhes um maior grau de legitimidade?

"queremos mais transparência no processo democrático: que os partidos apresentem a eleições, não somente os programas mas também as equipas governativas propostas à votação."
Poderá algum dia esta democracia ser transparente? Não é condição da sua prática oligárquica e anti-democrática, a ausência de transparência? Ou a polícia secreta anda mesmo a caçar terroristas que ainda hoje, por um triz, quase que entraram em nossa casa? E os ministérios, não operam também nesta prática da polícia secreta?

"queremos mandatos revogáveis nos cargos públicos - os representantes são eleitos para cumprirem um programa, pelo que queremos que seja criada uma forma democrática para revogação de mandato em caso de incumprimento do mesmo programa;"
“Uma forma democrática” dentro do sistema que nos indigna...

lunes, octubre 10, 2011

UNOS CUANTOS LIBROS AMERICANOS PARA LEER SIN PRISAS

 PUBLICADO EN EL PAIS del sabado BABELIA, 8/10/2011
Desde Nathaniel Hawthorne a Philip Roth y, entre ellos, Faulkner, Steinbeck, Bellow, Pynchon… La narrativa estadounidense a lo largo del último siglo y medio está jalonada de grandes títulos.
Por E. Lago
La letra escarlata (1850) Nathaniel Hawthorne
Moby-Dick (1851) Herman Melville
Las aventuras de Huckleberry Finn (1884) Mark Twain
Winesburg, Ohio (1919) Sherwood Anderson
El Gran Gatsby (1925) Francis Scott Fitzgerald
Una tragedia americana (1925) Theodore Dreiser
El ruido y la furia (1929) William Faulkner
Llámalo sueño (1935) Henry Roth
Trilogía USA (1938) John Dos Passos
Las uvas de la ira (1939) John Steinbeck
El corazón es un cazador solitario (1940) Carson McCullers
Las aventuras de Augie March (1953) Saul Bellow
Los reconocimientos (1955) William Gaddis
En la carretera (1957) Jack Kerouac
A sangre fría (1965) Truman Capote
Ragtime (1975) E. L. Doctorow
Matadero 5 (1969) Kurt Vonnegut
La hija del optimista (1972) Eudora Welty
El arco iris de la gravedad (1973) Thomas Pynchon
Meridiano de sangre (1986) Cormac McCarthy
Beloved (1987) Toni Morrison
Cuarteto de Conejo Armstrong (1960-1990) John Updike
La broma infinita (1996) David Foster Wallace
Submundo (1997) Don DeLillo
Pastoral americana (1997) Philip Roth

sábado, octubre 01, 2011

Índice alfabético de secciones - Revista de Libros: crítica cultural a través del libro

Índice alfabético de secciones - Revista de Libros: crítica cultural a través del libro
POESÍA

Eduardo Moga, Sin luz ni oscuridad

número 178 · octubre 2011
La poesía de José Corredor-Matheos (Alcázar de San Juan, 1929), compuesta por trece poemarios, abarca la segunda mitad del siglo pasado y lo que llevamos de este, y está lejos de haber concluido, a juzgar por los «Poemas para un [...]

Luis Alberto de Cuenca, La noche avanza
número 178 · octubre 2011
Conforme van pasando los años, se da la circunstancia de que los días van siendo más cortos y las noches más largas, y eso no depende de la estación en que nos encontremos, sino de que la dosis de oscuridad [...]

Eduardo Moga, La extravagancia del amor
número 175-176 · julio-agosto 2011
Pere Gimferrer (Barcelona, 1945) escribió los últimos poemas de su libro anterior, Tornado, a principios de 2008. Los que integran esta Rapsodia se compusieron en seis días, entre finales de enero y principios de febrero de 2010, aunque fueron objeto [...]

Pedro Serrano, Naufragios varios
número 175-176 · julio-agosto 2011
Las antologías de poesía son objetos peculiares. Están hechas para atraer a lectores, para convencer de una apuesta crítica o para afirmar una nueva realidad, no solo del pasado reciente, sino también de épocas anteriores y geografías diversas. Salvo aquellas [...]

Eduardo Moga, La poesía, otro país
número 172 · abril 2011
La experiencia de lo extranjero reúne en su título, trabados por la aliteración, dos términos esenciales para comprender la concepción de la literatura y la crítica de Miguel Casado (Valladolid, 1954): la experiencia, entendida como conocimiento haciéndose, como sentir que [...]

Ángel Luis Luján, La línea clara
número 172 · abril 2011
Luis Alberto de Cuenca es, hoy por hoy, el principal y más prestigioso representante en la poesía española de lo que en su anterior entrega, La vida en llamas (Madrid, Visor, 2006), denominaba, siguiendo una larga tradición poética, la «línea [...]

Juan Manuel Díaz de Guereñu, Juan Ramón siempre
número 168 · diciembre 2010
La celebración, en 2008, del cincuentenario de la muerte de Juan Ramón Jiménez en 1958, que siguió de cerca al del fallecimiento de Zenobia Camprubí en 1956, ha suscitado una intensa actividad editorial que viene prolongándose a lo largo de [...]

Eduardo Moga, El dolorido sentir
número 167 · noviembre 2010
Blas de Otero (Bilbao, 1916-Madrid, 1979) empezó a escribir Hojas de Madrid con La galerna en 1968, a su regreso de Cuba, donde había residido desde 1964, y lo acabó en 1977, dos años antes de su muerte. Aunque el [...]

Antonio Maura, Mi nombre es Nadie
número 167 · noviembre 2010
Si João Cabral de Melo Neto, perteneciente a la generación poética brasileña del 45, es bastante conocido en nuestro país tanto por las diversas traducciones y antologías de su obra como por su presencia física en Barcelona o en Sevilla, [...]

Miguel Dalmau, Gil de Biedma: las cenizas y el verbo
número 167 · noviembre 2010
Coincidiendo con el vigésimo aniversario de su muerte, la figura de Jaime Gil de Biedma (1929-1990) ha conseguido despertar el interés del gran público. Obviamente, ello obedece al estreno de la película El cónsul de Sodoma, inspirada en su vida, [...]

Eduardo Moga, Lo que canto es lumbre
número 163-164 · julio-agosto 2010
Juan Carlos Mestre (Villafranca del Bierzo, 1957) es un poeta de la imaginación. Desde su primer poemario, Siete poemas escritos junto a la lluvia (1982), hasta este La casa roja, con el que ha ganado el Premio Nacional de Poesía [...]

José María Pozuelo Yvancos, La falacia biográfica
número 163-164 · julio-agosto 2010
Al calor de los centenarios surge cantidad no siempre necesaria de estudios, ediciones y biografías que actualizan o se sirven de la obra de un autor. No todo es malo en esa costumbre celebratoria, porque sin ella no habrían nacido, [...]

Ángel Luis Luján, Alucinada tentación de lo clásico
número 161 · mayo 2010
La aparición de las poesías completas, o al menos de los libros completos de poesía, de José Hierro es un buen motivo para, transcurrida casi una década desde la desaparición de su autor, hacer balance sobre una obra que en [...]

Gilberto Prado Galán, Los caminos de Proteo
número 161 · mayo 2010
Hay escritores que se dedican de manera íntegra (en cuerpo y alma) a la literatura. Se trata de seres excepcionales: parecen desasidos del mundo, absortos en la fragua de una obra que no necesita el oro falso de la admiración [...]

Pedro Serrano, La formación del relato
número 158 · febrero 2010
Las memorias de Antonio Gamoneda recorren algunos de los límites imposibles que sus poemas abren. O, por decirlo de otra manera, dan carnalidad a anécdotas que, rayadas en lo intransigente, habían alcanzado ya condición de mito, como la cuerda de [...]

Eduardo Moga, Fulgurante luz dudosa
número 158 · febrero 2010
En noviembre de 1936, el futuro premio Nobel Camilo José Cela, a la sazón un joven de veinte años, escribió «un libro de versos fenomenales, monstruosos, los versos que sólo se pueden escribir cuando uno palpa la Muerte en las [...]

Juan Manuel Díaz de Guereñu, Poeta después de todo
número 158 · febrero 2010
De los nombres del 27, el de José Bergamín es sin duda uno de los que ha quedado más al margen de la nómina habitual, incluso en sus versiones más amplias. Tal posición, que pese a la estrecha relación personal [...]

Eduardo Moga, Aurea mediocritas
número 155 · noviembre 2009
José Agustín Goytisolo (Barcelona, 1928-1999) fue un poeta muy popular, algo que nunca se sabe si es un elogio o un reproche. Para ser popular, hay que ser mediano: alguien al alcance de los menos educados, pero a quien los [...]

Ángel Luis Luján, Permutaciones románticas
número 155 · noviembre 2009
Si elaboráramos una lista de los «raros» del siglo XX, como Rubén Darío hizo un día con sus antecesores y coetáneos poéticos, en ella entraría, en un puesto destacado, Juan Eduardo Cirlot, y por diversos motivos. Primero, porque ha sido [...]

Eduardo Moga, El lujo de la palabra
número 153 · septiembre 2009
Pablo García Baena (Córdoba, 1923) ha practicado siempre una poesía refinada, desde sus inicios en el grupo Cántico –que mantuvo viva la llama del esteticismo en la lúgubre España de posguerra– hasta hoy mismo: su último poemario publicado, Los campos [...]

Álvaro de la Rica, Vida y muerte de Nelly Sachs
número 153 · septiembre 2009
La publicación en Trotta de la poesía completa de la autora judía, de expresión alemana, Nelly Sachs, representa un acontecimiento editorial en el mundo de habla hispana. La tarea ha sido realizada por José Luis Reina Palazón, que ya ha [...]

Historial delictivo de la literatura

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Historial delictivo de la literatura


JULIO JOSÉ ORDOVÁS


BABELIA - 01-10-2011
No todos los escritores son funcionarios de traje gris, aburridos ciudadanos ejemplares que ni siquiera se han atrevido a transgredir las leyes de la gramática. Algunos vivieron al límite y sobrevivieron para contarlo. José Ovejero (Madrid, 1958) ha peinado los arrabales de la historia de la literatura, hurgando en hemerotecas y bibliotecas hasta dar con las pistas correctas, esos detalles psicológicos o sociológicos que pueden ayudar a esclarecer, aunque nunca por completo, el enigma que se esconde detrás de cada conducta. No perseguía culpables, simplemente buscaba delincuentes siguiendo sus rastros de tinta y, en ocasiones, también sus huellas de sangre. José Ovejero no pretende hacer justicia, ni literaria ni de la otra. Con vista y olfato de detective, cualidades que no deben faltarle al buen biógrafo, investiga los casos de quienes en un momento u otro de sus vidas se vieron entre rejas y que, si la suerte les sonrió, encontraron la redención en la literatura y, a través de ella, la integración en la sociedad. No hay un perfil común del escritor delincuente. Villon, príncipe de los malditos, cantó sus miserias y brindó por su mala estrella antes de borrarse del mapa. Juliet Hulme logró escapar de sí misma y hallar refugio en el seudónimo de una autora de best sellers. Al estrafalario Karl May lo condenó su narcisismo. Jean Ray utilizó todo tipo de disfraces para hacerse pasar por el delincuente que jamás fue. El autodestructivo Burroughs llegó a soplar 83 velas en su tarta de cumpleaños. Cassady solo escribió cartas, pero fue carne de literatura y el alma y el motor descontrolado de la generación beat. Maurice Sachs hizo de la impostura un arte, aunque sus encantamientos no le libraron de un tiro en la nuca. María Carolina Geel y María Luisa Bombal no dudaron en apretar el gatillo contra los causantes de sus desajustes sentimentales y mentales. Jean Genet santificó su camino de perdición. Ladrones, matones, asesinos, estafadores, supervivientes... José Ovejero revisa sus historiales delictivos y bibliográficos, contrastando las páginas que escribieron con los delitos y faltas que cometieron, para desmontar sus mistificaciones, pero dejando que sea el lector, en última instancia, quien los absuelva o no. Da que pensar que así como la literatura les sirvió a algunos de ellos para ver reducidas sus condenas, la delincuencia es lo que después les ha salvado de pudrirse en la cárcel del olvido.




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Descrición do Reino da Sombra

ELPAIS.com - Sólo Texto - Descrición do Reino da Sombra
Luces
Descrición do Reino da Sombra


MANUEL RIVAS

EL PAÍS - 30-09-2011

Hai quen pensa que en Galicia se están a facer estradas de máis. Disque temos xa, en escala, a rede de asfalto máis longa de Europa. Que en vez de seguir destripando montes, esfarelando prados e veigas, rilando fragas, o que cumpría agora era coidar, pintar e sinalizar as estradas que hai, moitas delas verdadeiros "corredores da morte". O caso é que pasamos de ser un país incomunicado a un país encrucillado: xa non sabemos por onde saír. Hai estradas que levan dun lugar a outro, mais a estrada principal de Galicia semella ser esa que leva a ningures. Vivimos o retorno ao dilema fatal: ou emigrar ou ir a ningures.

Entón, para que e por que máis estradas e vías rápidas? Por que a política de austeridade non atinxe nunca ao asfalto? Ben. É hora de descubrir o segredo. A verdadeira razón de que en Galicia se multipliquen as vías rápidas é para achar os castros sepultados. É por puro celtismo. Os críticos din que os gobernantes estran asfalto porque non saben facer outra cousa. Que a imaxinación política maioritaria remata onde rematan o asfalto e os chamados "puntos de luz". Ah, esa marabillosa metáfora electoral, o poñer puntos de luz! Por non falar dos políganos, esa curiosa variedade de polígonos industriais que se caracterizan por non ter industrias. Hai tamén malpensados que sinalan que é nese eido das grandes adxudicacións de obra pública onde máis se dan marxes ou "zonas de sombra" que os menos escrupulosos poden aproveitar para se beneficiar ou para o financiamento de campañas. Nin unha cousa nin outra. Facer unha vía rápida é o xeito máis rápido de atopar un castro descoñecido, de avanzar na pescuda arqueolóxica, e de inventariar por fin o noso patrimonio. Son moitos os exemplos de como funciona esta técnica futurista de profundar no pasado. Esta mesma semana tivemos exemplo de Taramancos. Alí, no emblemático lugar, moi perto do cemiterio onde xace Avilés de Taramancos, apareceu un castro ou cidadela. Mais non apareceu ao chou. O castro encontrouse porque se estaba a facer unha estrada. E por que se estaba a facer unha estrada? Pois para achar un castro. Xa temos, pois, localizado un castro como o de Taramancos. Ou un Círculo Lítico, como o de A Mourela. Cal é o seguinte paso? Pois pór en marcha a maquinaria pesada e levalos por diante, esa pedagoxía da destrución. Agora xa todos sabemos onde había un castro e onde había un extraordinario círculo lítico. Agora xa podemos sinalizar na estrada ou na autovía ou na vía rápida: Aquí estaba o castro de Taramancos! Aquí existiu o Círculo Lítico de A Mourela! Así, desaparece o patrimonio, mais increméntase a saudade. Ademais, se estamos a recortar todo, o lóxico é recortar os celtas, que non pagan impostos nin nada, e mesmo fanse pasar por mouros. Calcúlase que en Galicia hai uns cinco mil castros, a maioría sen inventariar, sen sinalizar, sen estudar. Esa debería ser a primeira tarefa das administracións que se ocupan da cultura. Inventariar: saber o que hai, facer visíbel o patrimonio. Nesa ladaíña tiña moitas razón Chamoso Lamas. Imaxinemos o que sería para Galicia ter un mapa completo do universo castrexo e outro do románico, non illado, senón coroando a arquitectura popular. É moi difícil atopar mundo adiante unha densidade semellante no falar marabilloso da pedra. Tanta vontade de estilo, tanta sublime elevación cos pés na terra. Esa é a nosa cidade cultural: Galicia enteira, en metamorfose histórica, atravesando o tempo, infinda, sorprendente. Que orzamento sería necesario para que na web da Xunta apareceran eses mapas, eses inventarios? E nada de ocultar. O xeito de protexer o patrimonio cultural é que estea a vista. Que sexa coñecido. Visitado. Non sabemos nada do que está a pasar en moitos lugares de clausura. Hai obras mestras, mesmo de pintores flamencos, que esvaeceron na estrada de ningures. Hai pías de Moraime, hai pezas de Compostela, que estaban, ou estiveron, vai ti saber, no pazo de Meirás. Inventariar o país, o patrimonio común, a comezar polos bens de interese cultural, é o xeito tamén de facer as propias contas. De estabelecer o primeiro mapa, o imprescindíbel: o da honestidade. Cinco mil castros! Antes da conquista do Imperio Romano, este sería un lugar ben interesante no mundo. Moi poboado. Feirante, festeiro e traballador. Todos os arqueólogos subliñan o achado de moitos utensilios de traballo e poucas armas (aínda que xa sabemos, na historia de Galicia, da dobre utilidade do fungueiro). Xente tamén cunha intensa vida espiritual, intimamente vinculada ao canto e á danza, e cunha noción moi aberta do sagrado. Non fai falta especular moito sobre iso. No palimpsesto do territorio, o mapa dos lugares santos cristiáns adoita estar calcado enriba dos sitios dos vellos cultos. E o que atravesa o tempo esa arela de preservar espazos singulares, onde a natureza fala e o pensamento escintila. Ser somos "o soño dunha sombra", que dicía Píndaro, e iso val para onte e para hoxe. A igual que un dos pensares que soan máis auténticos na boca de Aristóteles: "Conforme vou facéndome vello, cada vez creo máis nos mitos". E o noso gran mito é a Terra Nai. Talvez descoñecido pola xente máis moza e esquecido polos que o levaron baixo o brazo, caído no inferno da desmemoria, cómpre recuperar para o mellor canon o libro de Rof Carballo, así titulado e publicado por Galaxia por vez primeira en 1957: Mito e realidade da Terra Nai. O territorio máis humano, a Terra Nai, é ese onde a realidade se entrelaza co mito. Mais agora todo se confunde. El que soñou coa autonomía galega, que pensaría o doutor Rof Carballo, sabio, ilustrado e humanista, se escoitase o último discurso do conselleiro de Ordenación do Territorio (é dicir, de Protección da Terra Nai)? De aplicarse a todo o territorio e en todos os eidos, a argumentación dada por este membro do Goberno galego para xustificar a legalización das urbanizacións de Barreiros, no litoral da Mariña, chegariamos á conclusión de que a Galicia real é a Galicia non legal. A irregular. A ilegal. Nin o señor Hernández falaba de sobremesa cuns compadres nin eu estou a desordenar o seu discurso. O conselleiro falaba no Parlamento. E o que fixo foi estabelecer unha contraposición inédita no mundo da lóxica e, de paso, no estado de Dereito. Por unha banda, o urbanismo "real". Por outra, o urbanismo "academicista". Non se pensen que é un dilema artístico. Legalizar a desfeita de Barreiros, é dicir, o que perpetrou fóra da legalidade, sería un exemplo de realismo urbanístico. Facer cumprir as normas democráticas e garantir a igualdade ante a lei? Iso é un academicismo. O irreal. O legal. Si, somos o soño dunha sombra. E vivimos na sombra dun soño.




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