Desde Cannes
Contra todos los pronósticos, la maldición no terminó. Y le agrega suspenso a la nueva edición del Festival de Cannes que comienza mañana. The Man Who Killed Don Quixote (El hombre que mató a Don Quijote), la película de Terry Gilliam que viene postergándose desde hace casi dos décadas y que está anunciada como film de clausura para el sábado 19 de mayo, está ahora en un limbo legal, que puede llegar a impedir su proyección en el festival y su estreno simultáneo en más de 300 salas de Francia.
Catástrofes naturales, protagonistas enfermos, y productoras y compañías aseguradoras que huían del proyecto, hicieron que la película que el director de Brazil y 12 monos considera su obra más personal fuera postergada una y otra vez, al punto de que incluso se hizo un documental sobre sus sucesivos fracasos, titulado Lost in La Mancha (2002). Un par de años atrás, aquí en Cannes, Gilliam y el productor portugués Paolo Branco, anunciaron que la película volvía a ponerse en pie. Y de hecho logró rodarse y concluirse, con el actor británico Jonathan Pryce como Don Quijote y el estadounidense Adam Driver en la piel de un ejecutivo del siglo XXI, que viaja en el tiempo hasta La Mancha del siglo XVII y es confundido por el Hidalgo, que lo cree Sancho Panza.
El problema ahora es que Branco –un productor famoso por haber trabajado con algunos de los cineastas más prestigiosos de las últimas décadas, como Manoel de Oliveira, Pedro Costa, David Cronenberg, Raúl Ruiz, Wim Wenders y Alain Tanner, entre muchísimos otros— entabló una batalla judicial contra la difusión de la película y contra Gilliam mismo, con quien ahora está mortalmente peleado por modificaciones en el montaje y la omisión de su nombre en los créditos. Branco dice que es dueño del copyright y por lo tanto de los derechos de exhibición de la película mientras que Gilliam replica que eso no es así, porque Branco nunca consiguió los recursos que necesitaba la producción y que él la hizo sin su respaldo
Un tribunal superior de justicia francés había prometido expedirse hoy lunes sobre la demanda, a pedido de todas las partes involucradas, incluido el Festival de Cannes, para acabar con una situación de inédita incertidumbre, pero finalmente decidió que necesitaba 48 horas más para deliberar y que su fallo se conocerá recién el miércoles 9, cuando el festival ya haya comenzado. “Tendremos que esperar y también tendrá que esperar Terry Gilliam”, declaró hoy Thierry Frémaux, director general de la muestra. Hasta ahora, el festival se ha mostrado solidario con el realizador e incluso hizo público un comunicado en el que aclaraba que Cannes elige a los films por su calidad artística y por el talento de sus directores. Pero allí también aclaraba que era una situación extraña por la que pasaba el festival, porque como productor Branco siempre acercó a Cannes la mayoría de las películas de grandes directores a quien su compañía, actualmente llamada Alfama, apoyó de manera irrestricta.
Cuando el rodaje volvió a ponerse en marcha, un par de años atrás, Gilliam, actualmente de 77 años, declaró: “Estoy comenzando a pensar realmente, 'Si esto no funciona esta vez, voy a dejarlo'. He perdido demasiado de mi vida haciéndolo. Si vas a hacer Quijote, tenés que volverte loco como Quijote”. Todo indica que el ex Monty Python seguirá el camino del Hildalgo de La Mancha.
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