jueves, abril 16, 2020

El escritor brasileño Rubem Fonseca, premio Camoes, fallece a los 94 años

El escritor brasileño Rubem Fonseca, premio Camoes, fallece a los 94 años | Periodistas en Español

El escritor brasileño Rubem Fonseca, premio Camoes, fallece a los 94 años

El escritor brasileño Rubem Fonseca falleció el 15 de abril a los 94 años en el hospital Samaritano, en Botafogo, al sufrir un infarto cuando se encontraba en su apartamento, ubicado en el barrio de Leblon, de Río de Janeiro.
Rubem Fonseca librería personal
Rubem Fonseca, delante de su librería personal
Rubem Fonseca (Juiz de Fora, Minas Gerais, 1925), quien en un mes habría cumplido los 95 años, estudió Derecho, especializándose en Derecho Penal. En 1952 ejerció como comisario, en el 16º Distrito Policial de São Cristóvão, a las afueras de Río de Janeiro.
En septiembre de 1953 fue elegido, junto con otros nueve policías cariocas, para especializarse en Estados Unidos, donde aprovechó la oportunidad para estudiar administración de empresas en la Universidad de Nueva York. En junio de 1954 recibió una licencia para estudiar y después dar clases, y fue exonerado de su cargo de comisario en 1958.
Novelista, cuentista, crítico de cine y guionista, se inició en la literatura a los 38 años con el conjunto de cuentos ‘Los prisioneros’ (1963) que fue aclamado como «revelación del año», iniciando lo que algunos críticos llamaron ‘corriente brutalista’ por su lenguaje directo, lujurioso y obsceno, que defendía señalando que las palabras «no pueden ser discriminadas. No tiene sentido que un escritor diga ‘No puedo usar esto’. A no ser que sea un libro para niños. Cada palabra debe ser utilizada».
Entre su numerosa bibliografía, escribió innumerables cuentos y más de treinta novelas, se pueden destacar los volúmenes de cuentos ‘Lucia McCartney’ (1967), ‘Feliz Año Nuevo’ (1975) y ‘El cobrador’ (1979), además de las novelas ‘El caso Morel’ (1973), ‘El gran arte’ (1983), ‘Buffo y Spallanzani’ (1986) y ‘Agosto’ (1990), en la que retrataba las conspiraciones que resultaron en el suicidio del presidente Getúlio Vargas (1882-1954) y que fue llevada a la televisión en una miniserie.
En ‘El Salvaje de la Ópera’ (1994), retrató la vida del músico Carlos Gomes (1836-1896) y sus memorias autobiográficas las escribió en ‘José’ (2011)
Entre sus personajes, el comisario Guedes y sobre todo el abogado y detective Mandrake, un conocedor del universo carioca que fue transformado en serie para la cadena de televisión HBO (2005-2007), con guiones de su hijo José Henrique Fonseca, y el actor Marcos Palmeira como protagonista.
Mandrake aparece desde su segunda novela ‘El gran arte’ (1983), también adaptada al cine por Walter Salles y editada en España en 2008 por la editorial Txalaparta, que también editó en 2018 ‘Vastas emociones y pensamientos imperfectos’ (1988).
Su breve paso por la policía brasileña y sus estudios de derecho le ayudaron a crear historias originales con personajes como oscuros abogados, detectives, funcionarios corruptos, capos de las favelas, y, por supuesto, carteristas, prostitutas y forenses.
Autor de tres antologías de cuentos, citar por ejemplo, el monólogo de ‘El cobrador’ (1980): «Odio a los dentistas, a los comerciantes, a los abogados, a los industriales, a los funcionarios, a los médicos, a los ejecutivos, a toda esa canalla. Tienen muchas que pagarme todos ellos (…) ¡Todos me deben algo! Me deben comida, coños, cobertores, zapatos, casa, coche, reloj, muelas; todo me lo deben».
El último que escribió fue ‘Carne cruda’ (2018): «Llevé los cuerpos adentro de la casa y comí la carne dos días. La carne de perro es deliciosa, pero la del ser humano, hombre, mujer, niño, más todavía. Sé de eso porque, últimamente, es la única carne que como. Cruda, es claro».
Fue uno de los más grandes narradores latinoamericanos siendo ampliamente traducido al español, en especial por editoriales mexicanas y argentinas, teniendo gran influencia en generaciones de lectores y escritores, especialmente en Brasil. En España además de la citada editorial Txalaparta, ha sido publicado por Alfaguara y Tusquets.

Censura y premios

Fue censurado durante la dictadura militar brasileña (1964-1985) en varias ocasiones por el lenguaje crudo en sus historias policiales, eróticas y políticas.
Así, su novela ‘El caso Morel’ (1973), con escenas de violencia y sexo, fue confiscada por la policía, episodios de censura que también sufrieron sus cuentos ‘Feliz año nuevo’ (1975) y ‘El cobrador’ (1979).
«Retrata en su casi totalidad personajes cargados de complejos, vicios y taras, con el propósito de ilustrar una cara oscura de la sociedad, basada en la delincuencia, el soborno, el latrocinio…», señalaba parte del documento que elaboró la censura en 1977 para confiscar 36.000 ejemplares de ‘Feliz año nuevo’.
Era uno de los escritores más premiados de Brasil. Su narrativa consiguió innumerables distinciones: el premio Jabuti otorgado por la Cámara Brasileña del Libro en seis ocasiones, 1970, 1984, 1996, 2002, 2003 y 2014.
Pero sin duda el más destacado fue en 2003 el Premio Camões (instituido en 1988 es el más importante galardón en lengua portuguesa) además del Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo en 2003, entregado por Gabriel García Márquez en la Feria del Libro de Guadalajara.
En 2004 recibió el Premio Konex Mercosur a las Letras, además del Premio Iberoamericano de Narrativa Manuel Rojas 2012 y el Machado de Assis otorgado por la Academia Brasileña de las Letras en 2015 por el conjunto de su obra.
Viudo desde 1997, tuvo tres hijos, la escritora y periodista Bia Correa do Lago, el cineasta José Henrique Fonseca y José Antonio. Nunca concedía entrevistas viviendo casi como un ermitaño, con gafas oscuras y una gorra, paseaba por las calles del barrio de Leblon en la que denominaba como «ciudad maravillosa», Río de Janeiro.
La escritora brasileña Nelida Pinón señaló que la pérdida de Rubem Fonseca «deja un vacío inmenso en Brasil».

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