"Mientras no volvamos a una noción fuerte de la individuación, la de un individuo (nación, movimiento, localidad, sujeto) que tiene en sí una comunidad latente, el capitalismo ha triunfado como cultura y la acumulación es lo único que nos queda. Que es justamente de lo que se puede acusar a Marx, de cambiar una acumulación por otra. Tanto el justicialismo peronista, como la caridad cristiana, como el comunitarismo musulmán y toda clase de populismos, están justificados por el nihilismo feroz de nuestra cultura, en versión liberal o en versión socialista."
"La cuestión se dilucida entre tomar el arte radicalmente en serio, como modelo de lo político (con los consiguientes peligros totalitarios, de acuerdo), o entender el arte, y las culturas exteriores, como un exótico arreglo de fin de semana destinado a sedar la humillación diaria. El arte insiste en que lo exterior, una mutación que aparece por fuera, es la verdad, la “cultura”. Si entendemos que ahí no hay ninguna lección para la política, estamos condenados a repetir hasta el infinito el tedio y la atenuación diaria en que se ha convertido la vida media en Occidente."
No hay comentarios:
Publicar un comentario