lunes, febrero 22, 2010

NO HAY DISCURSO DEL METODO, de Julio Cortazar, mi cronopio favorito


La Máquina de Escribir: Un inédito de Cortázar
Un inédito de Cortázar


Julio Cortázar: No hay discurso del método

Se puede partir de cualquier cosa, una caja de fósforos, un golpe de viento en el tejado, el estudio número 3 de Scriabin, un grito allá abajo en la calle, esa foto del Newsweek, el cuento del gato con botas, el riesgo está en eso, en que se puede partir de cualquier cosa, pero después, después hay que llegar, no se sabe bien a qué, pero llegar,
llegar no se sabe bien a qué, y el riesgo está en que en una hora final descubras que caminaste volaste corriste reptaste quisiste esperaste luchaste y entonces, entre tus manos tendidas en el esfuerzo último, un premio literario, o una mujer biliosa o un hombre lleno de departamentos y de caspa en vez del pez, en vez del pájaro, en vez de una respuesta con fragancia de helechos mojados, pelo crespo de un niño, hocico de cachorro o simplemente un sentimiento de reunión, de amigos en torno al fuego, de un tango que sin énfasis resume la suma de los actos, la pobre hermosa saga de ser hombre.

No hay discurso del método, hermano, todos los mapas mienten salvo el del corazón, pero dónde está el norte en este corazón vuelto a los rumbos de la vida, dónde el oeste, dónde el sur. Dónde está el sur en este corazón golpeado por la muerte, debatiéndose entre perros de uniforme y horarios de oficina, entre amores de interregno y duelos despedidos por tarjeta, dónde está la autopista que lleve a un Katmandú sin cáñamo, a un Shangri-La sin pactos de renuncia, dónde está el sur libre de hienas, el viento de la costa sin cenizas de uranio, de nada te valdrá mirar en torno, no hay dónde ahí afuera, apenas esos dóndes que te inventan con plexiglás y Guía Azul. El dónde es un pez secreto, el dónde es eso que en plena noche te sume en la maraña turbia de las pesadillas donde (donde del dónde) acaso un amigo muerto o una mujer perdida al otro lado de canales y de nieblas te inducen lentamente a la peor de las abominaciones, a la traición o a la renuncia, y cuando brotas de ese pantano viscoso con un grito que te tira de este lado, el dónde estaba ahí, había estado ahí en su contrapartida absoluta para mostrarte el camino, para orientar esa mano que ahora solamente buscará un vaso de agua y un calmante, porque el dónde está aquí y el sur es esto, el mapa con las rutas en ese temblor de náusea que te sube hasta la garganta, mapa del corazón tan pocas veces escuchado, punto de partida que es llegada.

Y en la vigilia está también el sur del corazón, agobiado de teléfonos y primeras planas, encharcado en lo cotidiano. Quisieras irte, quisieras correr, sabes que se puede partir de cualquier cosa, de una caja de fósforos, de un golpe de viento en el tejado, del estudio número 3 de Scriabin, para llegar no sabes bien a qué, pero llegar. Entonces, mira, a veces una muchacha parte en bicicleta, la ves de espaldas alejándose por un camino (¿la Gran Vía, King´s Road, la Avenue de Wagran, un sendero entre álamos, un paso entre colinas?), hermosa y joven la ves de espaldas yéndose, más pequeña ya, resbalando en la tercera dimensión y yéndose,
y te preguntas si llegará, si salió para llegar, si salió porque quería llegar, y tienes miedo como siempre has tenido miedo por ti mismo, la ves irse tan frágil y blanca en una bicicleta de humo, te gustaría estar con ella, alcanzarla en algún recodo y apoyar una mano en el manubrio
y decir que también tú has salido, que también tú quieres llegar al sur,
y sentirte por fin acompañado porque la estás acompañando, larga será la etapa pero allí en lo alto el aire es limpio y no hay papeles y latas en el suelo, hacia el fondo del valle se dibujará por la mañana el ojo celeste de un lago. Sí, también eso lo sueñas despierto en tu oficina o en la cárcel, mientras te aplauden en un escenario o una cátedra, bruscamente ves el rumbo posible, ves la chica yéndose en su bicicleta o el marinero con su bolsa al hombro, entonces es cierto, entonces hay gente que se va, que parte para llegar, y es como un azote de palomas que te pasa por la cara, por qué no tú, hay tantas bicicletas, tantas bolsas de viaje, las puertas de la ciudad están abiertas todavía, y escondes la cabeza en la almohada, acaso lloras. Porque, son cosas que se saben: la ruta del sur lleva a la muerte.

Allá, como la vio un poeta, vestida de almirante espera, o vestida de sátrapa o de bruja, la muerte coronel o general espera sin apuro, gentil, porque nadie se apura en los aeródromos, no hay cadalsos ni piras, nadie redobla los tambores para anunciar la pena, nadie venda los ojos de los reos ni hay sacerdotes que le den a besar el crucifijo a la mujer atada a la estaca, eso no es ni siquiera Ruán y no es Sing-Sing, no es la Santè, allá la muerte espera disfrazada de nadie, allá nadie es culpable de la muerte y la violencia es una vacua acusación de subversivos contra la disciplina y la tranquilidad del reino, allá es tierra de paz, de conferencias internacionales, copas de fútbol, ni siquiera los niños revelarán que el rey marcha desnudo en los desfiles, los diarios hablarán de la muerte cuando la sepan lejos, cuando se pueda hablar de quienes mueren a diez mil kilómetros, entonces sí hablarán, los télex y las fotos hablarán sin mordaza, mostrarán cómo el mundo es una morgue maloliente mientras el trigo y el ganado, mientras la paz del sur, mientras la civilización cristiana.

Cosas que acaso sabe la muchacha perdiéndose a lo lejos, ya inasible silueta en el crepúsculo, y quisieras estar y preguntarle, estar con ella, estar seguro de que sabe, pero cómo alcanzarla cuando el horizonte es una sola línea roja ante la noche, cuando en cada encrucijada hay múltiples opciones engañosas y ni siquiera una esfinge para hacerte las preguntas rituales.

¿Habrá llegado al sur?

¿La alcanzarás un día?

Nosotros, ¿llegaremos?

(Se puede partir de cualquier cosa, una caja de fósforos, una lista de desaparecidos, un viento en el tejado)

¿Llegaremos un día?

Ella partió en su bicicleta, la viste a la distancia, no volvió la cabeza, no se apartó del rumbo. Acaso entró en el sur, lo vio sucio y golpeado en cuarteles y calles pero sur, esperanza de sur,
sur esperanza. ¿Estará sola ahora, estará hablando con gente como ella?, ¿mirarán a lo lejos por si otras bicicletas apuntaran filosas?

(un grito allá abajo en la calle, esa foto del Newsweek)

¿Llegaremos un día?


Julio Cortázar
(Inédito, 1977)




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domingo, febrero 14, 2010

con Haití, la palabra encarnada





Mud Mothers Madres de barro


the children of haiti // los niños de haití
are not mythological// no son mitológicos

we are starving// están muriendo de hambre

or eating salty cakes// o comiendo galletas saladas

made of clay// de arcilla

because in 1804 we felled// porque en 1804 derribamos
a
our former slave captors// a nuestros anteriores cazadores de esclavos

the graceless losers sunk// los despiadados vencidos hincaron

vindictive yellow// sus amarillos vengativos

teeth into our forests// dientes en nuestros bosques

what was green is now// lo que fue verde , ahora

dust & everyone knows// es polvo, y todos saben
trees unleash oxygen// los árboles liberan oxígeno

(another humble word// (otra humilde palabra 

for life)// para la vida)

they took off// los cortaron

with our torn branches// con nuestras ramas desgarradas

beheaded our future// decapitaron nuestro futuro

stuck our breath up on pikes// y dieron un sablazo a nuestro aliento

for all the world to see// para que todo el mundo lo viese



we are a living dead example// somos un ejemplo viviente de la muerte

of what happens to warriors who //- de lo que le ocurre a los guerreros que

in lieu of fighting for white men's countries// - en vez de luchar por los países de los / blancos

dare to fight// se atreven a luchar
for their own lives// por su propias vidas
during carnival// durante el carnaval
we could care less// podíamos no preocuparnos tanto
about our bloated empty bellies// por nuestros abultados estómagos vacíos
where there are voices// donde hay voces
we are dancing// bailamos

where there is vodou// donde hay vudu
we are horses// somos caballos
where there are drums// donde suenan los tambores
we are possessed// estamos poseídos
with joy & stubborn jamboree// con alegría y jolgorio


but when the makeshift// pero cuando temporalmente
trumpet player// el trompetista
runs out of rhythmic breath// agota su aliento rítmico
the only sound left is guts// y el único sonido que queda
grumbling// es el ruido de sus tripas

& we sigh// y suspiramos
to remember// al recordar
that food// que la comida
& freedom// y la libertad
are not free// no están libres

is haiti really free Haiti// es libre realmente
if our babies die starving?// si nuestros hijos mueren de hambre?
if we cannot write our names //si no podemos escribir nuestros nombres
read our rights keep// leer nuestros derechos, conservar
our leaders in their seats?// a nuestros líderes en sus lugares?

can we be free really?// podemos ser libres realmente?
if our mothers are mud?// si nuestras madres son de barro?
if dead columbus keeps cursing us// si muerto Colón sigue maldiciéndonos
& nothing changes// y nada cambia
when we curse back// cuando blasfemamos

we are a proud resilient people// somos un orgulloso pueblo maleable*
though we return to dust daily// aunque volvamos al polvo todos los dias
salt gray clay with hot black tears// arcilla gris salada con lágrimas negras calientes
savor snot cakes// sazonan tortas de mocos
over suicide// sobre el suicidio

we are hungry// somos hambrientas
creative people// personas creativas
sip bits of laughter// sorbemos traguitos de risas
when we are thirsty// cuando tenemos sed
dance despite// a pesar bailamos

this asthma// este asma
called debt// llamada deuda
congesting// congestiona
legendarily liberated// los legendariamente liberados
lungs// pulmones


- Lenelle Moïse
©Lenelle Moïse 2009
Used with permission.

Alicia Zárate
La poeta en la foto escribió un poema premonitorio antes del sismo. Lo traduje para que se entienda el sentido nada más

lunes, enero 25, 2010

de TOMAS SEGOVIA, para tallar el frio y habitar un arbol


EL BLOG DE TOMÁS
SENTADO CON FRÍO

Me podría quedar aquí sentado

En este duro banco

Hasta que se le acabe todo el frío al cielo

Hasta que palidezca arrepentido

Hasta que no me quepa en el puño cerrado

La más pequeña obstinación de estar

Podría estarme aquí sin decir nada

Sin darle al frío el gusto

De protestar por su violencia muda

Estarme aquí reconcentrado

Hundido en mí bajo mi fatuo abrigo

Y sin mover una pestaña

En la llovizna el viento la grisura

Apretado y atento

Con los ojos abiertos o cerrados

A algo que adentro canta sin sonido

El duro regocijo de decirme

Que resistir es una fiesta.


20 ene 10




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lunes, enero 11, 2010

Eric Romhar ha muerto

Avec Eric Rohmer, c'est une légende du cinéma français qui s'éteint. Comme toute légende, elle a sa part de lieu commun et sa part de vérité singulière. Vue d'un peu loin, ou prise en mauvaise part, l'œuvre d'Eric Rohmer fait ainsi le lit de deux jugements lapidaires. Le premier est que ce cinéaste serait le représentant d'une forme canonique du cinéma français, cantonnée à la parole, l'intimisme et le marivaudage. La seconde est que cet homme qui participa en première ligne à l'insurrection artistique mise en œuvre par la Nouvelle Vague serait par nature un classique contrarié. Vu d'un peu plus près, le cinéma de Rohmer ne dément pas ces jugements de manière catégorique, mais oblige à grandement les relativiser.
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Certes, Rohmer met en œuvre une conception très française de l'art, et du cinéma en particulier. Encore faudrait-il souligner la grandeur de cette tradition, sa subtilité spirituelle, son goût de l'impertinence et de la liberté. Dire plus encore l'intelligence avec laquelle le réalisateur a su la réinventer au cinéma, selon des paramètres qui engagent non seulement la parole, mais aussi bien, indissolublement associées à elle pour en faire jaillir l'esprit, une conception de l'espace et du temps, une incarnation des personnages, un frémissement de la chair, une sensibilité à la nature. "Je ne dis pas, je montre", revendiquait-il.

Quant au classicisme "rohmérien", il est trop entaché d'un refus des conventions, d'une inclination à la fantaisie et d'un goût de l'ambiguïté morale pour revendiquer pleinement ce statut.

Né Jean-Marie Maurice Schérer le 4 avril 1920, à Tulle, ce Corrézien devenu professeur de lettres se destine à une carrière littéraire, comme l'atteste la publication d'un premier roman en 1946, Elisabeth, sous le pseudonyme de Gilbert Cordier. C'est sous un autre pseudonyme et sous d'autres auspices artistiques qu'il fera carrière. Au ciné-club parisien du Quartier latin, qu'il anime dans les années 1950, il fait la rencontre de ses futurs compagnons de la Nouvelle Vague.

En 1957, le voici promu rédacteur en chef des Cahiers du cinéma. A côté des jeunes bourgeois dévergondés et autres graines de délinquants que sont Jean-Luc Godard, François Truffaut ou Claude Chabrol, Rohmer incarne la légitimité universitaire, le magistère de la haute culture. Sa pensée se distingue par le sens de la mesure, le goût de l'analyse. Il ne dédaigne pas pour autant, par haine du conformisme, certaines provocations qui le font passer pour plus réactionnaire que ses camarades.

Ses auteurs de prédilection sont notamment Howard Hawks, Jean Renoir ou Roberto Rossellini, sur l'œuvre desquels il signe d'une plume précieuse des articles pénétrants, recueillis pour certains d'entre eux dans un livre qui porte le titre d'un de ses textes: Le Goût de la beauté (éd. Cahiers du cinéma, 1994).

Ce prologue critique à sa carrière cinématographique préfigure la singularité de celle-ci. Rohmer, homme secret en retrait apparent du monde, obéit de toute évidence à un autre tempérament, une autre temporalité, que ses tempétueux compagnons. Il pense ainsi que la "conservation du passé garantit la possibilité de l'art moderne".

Son éviction des Cahiers du cinéma en 1963, sous les coups de boutoir d'un courant plus moderniste mené par Jacques Rivette, qui lui succédera à ce poste, marque cette différence, en même temps qu'elle signale l'implosion du petit groupe qui avait pris d'assaut la forteresse corporative et esthétique du cinéma français, chacun devant désormais mener seul sa barque. Eric Rohmer est celui qui est parti le plus tôt, réalisant dès 1950 ses premiers courts métrages. Son premier long, Le Signe du lion (1959), est un cruel apologue, qui met en scène un héros soudain déshérité dans le Paris estival. Le film ne trouve pas de distributeur et ne sort que trois ans plus tard, dans une relative indifférence.

Le Signe du Lion

POLITIQUE DES AUTEURS

Ainsi Rohmer est-il aussi celui qui se voit reconnaître le plus tardivement, avec le succès de Ma nuit chez Maud en 1969. Cette reconnaissance entérine la logique d'une œuvre dont la régularité et la viabilité ne seront partagées que par très peu d'auteurs de cette génération, Alain Resnais s'imposant sans doute comme le meilleur point de comparaison, selon des modalités sensiblement différentes.

Loin des montagnes russes chabroliennes ou de la révolution permanente godardienne, Rohmer est une incarnation exemplaire de cette politique des auteurs promue par la Nouvelle Vague, dont il se pourrait bien que notre époque porte aujourd'hui le deuil, en même temps qu'elle accompagne le cinéaste à sa tombe.

L'un des principes formels qui ont permis cette joie et cette curiosité incessamment renouvelées des retrouvailles avec ses films est celui de la série, empruntée à ce monde littéraire dont il était féru. Il s'agit encore d'inscrire fortement une démarche d'auteur, par les variations que la série autorise autour d'un même thème, et qui permet au spectateur de déceler la pérennité dans le changement, et vice versa.

La bande-annonce de "Pauline à la plage"

lunes, noviembre 30, 2009

Queremos Galego

defender a lingua e defender a palabra de todos: Sempre nos queda a palabra, é o que todos temos para apropiarnos da nosa dignidade. Todos os pobos, todas as linguas.

viernes, noviembre 27, 2009

Gordos, de Daniel Sanchez Arevalo



(Gordos, Daniel Sánchez Arévalo, 2009)
      Pizza, carne, helados, chocolate. Encontrar en la opulencia de tragar el suplemento de una pobreza de vivir que apenas podemos confesar. Nadie va a la terapia para adelgazar, sino para tener a alguien con quien hablar de las razones de su disgusto con la vida y con el cuerpo. Como nosotros, ellos se curan cuando aprenden a vivir con el mal que les constituye. ¿Puede haber otra cosa? Entre el espectáculo informativo y el determinismo social, hace tiempo que palpitamos en este reino inestable. 

         Y sin embargo, Arévalo (nos ahorraremos el Sánchez para evitar equívocos) corre el riesgo de no contentar a nadie. La buena gente de derechas verá aquí una aproximación herética a la religión, su mezcla con elementos espúreos. La buena gente de izquierdas verá ahí demasiada metafísica, demasiado "apolítica" y, desde luego, un exceso caótico de registros y temas. Con un gran pecado añadido: progresismo y reacción tampoco están deslindados. Demasiada complejidad en el mismo saco: La religión y la sexualidad, el desamor y la descendencia, el fracaso y las terapias, la fraternidad y la inmadurez. Como ahora mujeres y hombres estamos yaigualados por “saber hacer sólo una cosa”, ser cobardes, el resultado probable es que se dejará de lado esta complejidad para ir a ver Ágora o 2012

         Cierto, en Gordos el peso es lo de menos. Soltera, casado, separado, viudo u homosexual en edad de merecer, lo que angustia, bajo las distintas identificaciones a las que nos adherimos, es la dificultad de vivir. Seas homosexual u heterosexual, varón o hembra, gordo o delgado, nadie te librará de enfrentarte a la extrañeza de un mal que no tiene género ni cura fácil. La frustración es la ley en este reino que ha perdido la naturaleza. Soy un "heterosexual reprimido", llega a decir en cierto momento el gay oficial del grupo, expresando el colmo de la desgracia en esta democracia que ha de ser socialista incluso por la derecha. Pero en este punto, uniendo en el drama de vivir a personajes tan distintos, Arévalo está de vuelta del "partidismo" de la España oficial y su obsesión por la definición ideológica y el nivel de vida. Por así decirlo, Gordos es filosóficamente posterior a esta bendita crisis que promete eliminar parte de la espuma que nos sobra, de la movida que nos sobra, del deseo que nos sobra. A pesar de su cáscara, a veces extremadamente barroca, la película es "primaria" (casi tanto como Azuloscurocasinegro) frente a la deconstrucción barata que ha hecho estragos en esta nación terciaria. 

         Lo que engorda a los protagonistas, dice Arévalo, es aquello ajeno que viven y que no saben cómo digerir. En este sentido, el director ensaya un primer plano sobre lo que entra y no puede salir, sobre lo que aumenta nuestra deformación, una corrupción difícilmente tratable. Lo sepa el director o no, esta tragicomedia merodea la falta de límites típicamente española, esta incapacidad "surrealista" para lo real, una impotencia que no acaba de reventar en ninguna crisis. El hastío que provoca este malestar neurótico de no caber en tu cuerpo surge del bienestar patético en el que nos hemos encerrado. En efecto, en Gordos apenas hay exteriores, todo transcurre en salas más o menos acondicionadas. 

         Es más, todos los personajes tienen su patología sobredimensionada por el hecho de estarvacantes, quiero decir, sin ninguna tarea externa. Me explico. No es que la gente “normal” (y todos somos normales en este punto) haya de tener necesariamente una gesta histórica. Lo que no puede hacer, bajo el riesgo de enfermar, es renunciar al heroísmo de vivir. Y en cierto modo, salvo en parte el cristiano militante, salvo quizá el terapeuta, casi todos ellos han atenuado al máximo esa relación con el exterior de nadie. De ahí que sufran el efecto de rebote de una neurosis relacional que se les viene encima. Como en nuestra querida “América”, les engorda el hecho de ser penosos animales domesticados, pues ninguna tierra desconocida les desgasta. Con o sin obesidad mórbida, todos ellos están a punto de padecer una neurosis mórbida por falta de un estrés de exterior que relativice todas esas chorradas de interior que padecen. El mérito de Arévalo es elevar a cierta tensión épica, con su dosis de drama y ternura, esta falta de épica que todos padecen. Ya en España invertebrada Ortega esbozaba este drama existencial delparticularismo, un divorcio con respecto al reto de la fuerza que aquejaba a nuestra cultura media. Al adelgazarse la relación con el afuera, se engorda la bulimia del interior. El amor y el desamor siempre serán peligrosos, pero su drama se desorbita hasta efectos cómicos en una atmósfera cerrada. Con bastante fortuna y belleza, Arévalo navega en estas aguas viciadas. 

         La enfermedad, la hipocondría, las alergias son un resultado de no atreverse a tenerenemigos; a estas altura del baile, todos sabemos algo de eso. La obesidad se convierte así en metáfora de la mancha que dificulta la relación consigo mismo, esa virtud de mantener un “término medio” en este trastorno bipolar inducido. Gordos no es particularmente moralista, ni por la derecha ni por la izquierda. Su belleza brota de enfocar la ambigüedad de vivir, de una mirada analítica que querría comprender antes que intervenir. Aparte de un implacable trabajo de ordenador, suponemos, Arévalo hace trabajar a sus actores de manera anómala para lo que es costumbre en estos pagos. Llega a espaciar diez meses la película para dar tiempo a los cambios físicos por los que han de pasar algunos de los sufridos protagonistas. 

         A veces la película juguetea con una inmoralidad exagerada (eso nos parece ahogar a un ex-socio en la sala de la UCI donde amenaza recuperarse) que recuerda a la “anarquía” española que hace tiempo nos aburre. Al principio uno piensa: "Aparta de mi este cáliz". Y esto en dirección muy distinta a la de Vallejo, pues ahora se trata del hastío que nos produce esta nación antitrágica, que deja para el crimen, el flamenco y los toros una violencia que está prohibida en nuestra medianía “enrollada”. Sin embargo, por debajo de brotes esperpénticos, Arévalo afronta el drama de vivir en estado crudo. “¿Me quiere o no me quiere?”. “¿Me folla o no me folla?”. El cuerpo a cuerpo de las obsesiones, la relación, el afecto maltratado, el sexo... en lugar de las guerras que no hemos tenido. El retorno, en forma de esta juvenil guerrilla cotidiana, de todo lo reprimido. Aparentemente, como en el Woody Allen del que estamos hartos. Como en Closer, de la cual nos fuimos pitando. Ya está bien de sexo, nos decimos, de neurosis. Un poco de psicosis, por favor, de oír voces. Incluso nos acordamos de La insurrección que viene (seguro que ya conocéis ese libro) y la ironía de ese Comité Invisible sobre cómo los españoles hemos cambiado, limitándonos a invertir el franquismo, la libertad apolítica por el sexo politizado. 

         Pronto la inteligencia de Arévalo hace derivar este magma hacia un registro existencial menos efímero, donde nada es lo que parece y palpitan espectros. Que además se aluda a ellos a través de fracturas en la fluidez audiovisual, a veces muy logradas, sólo es un síntoma secundario. Esta poética ruptura del hilo narrativo (de pronto, se le retira el movimiento de labios a un personaje, mientras sigue su voz) se hace sin estridencias. Subordinada a la poética del encuentro y de la escena como acontecimiento, la propia terapia de grupo podría ser una disculpa para que cada cual ponga su soledad en juego. Bajo la máscara de un personaje que se inventan para sobrevivir, todos necesitan una mutación, una cura de adelgazamiento que les devuelva el mundo. Así Arévalo teje el devenir cómico de una condición dramática, la simbiosis de drama y ternura. Gordos ensaya sobre la contradicción; como dice el terapeuta para justificar la ausencia del parto de su mujer: "Estaba enfrentándome a mis contradicciones". Y esto inhibiendo el moralismo para no enjuiciar, para dejar que pasen cosas. Dándole salida al coro que tenemos en la cabeza, Arévalo trenza el barroco de las escenas con la sobriedad del guión, una definición fotográfica que enmarque el caos metódico. 

         Personajes ordinarios en situaciones extraordinarias. Sin maniqueísmo, nadie es muy feliz en Gordos, ni hay ninguna solución fácil. La religión misma parece estar de los dos lados, de cualquier lado. Igual que el sexo, que se puede convertir en liberador o paralizante. Como parte de este arriesgado desfiladero, Arévalo se permite el lujo de hacer guiños a American beauty que pasarán desapercibidos. Y sin embargo, ahí están: en la música, en la definición poética de algunas escenas, en un registro existencial que junta vieja sabiduría y escenarios postmodernos, en esa escena del plato estrellado contra la pared. 

         Después de pensar "¿Qué hago yo aquí?", uno piensa: “Mi vida se parece a esto: nunca sé con quién estoy, si subo o si bajo”. Los días de suerte, llevamos bien la actuación profesional. Bajo esa costra, la incertidumbre sigue mordiendo. Los actores de Arévalo, asombrosamente en esta España serial y televisiva, vocalizan y actúan. Como si no conocieran de antemano al espectador, concediéndole una oportunidad a lo no familiar. Poco a poco le dan forma a esta gelatina que constituye el pan nuestro de este país terciario. Una forma compleja, en suma, demasiado compleja para ser percibida, comprendida, comentada. Entre otras cosas, hay en Arévalo una metafísica de la relación que incomoda. Claro, el resultado no es comparable aRevolutionary Road. Pero es que nuestro drama es menor, ¿recuerdan? Somos una entrañable provincia turística, por no decir una monarquía naranjera. Dándole una forma valiente a esta base edulcorada, sin llegar tampoco a los niveles sublimes de Plácido o Los olvidados, la película de Arévalo nos reconcilia con un entorno en el que todavía podrían ocurrir cosas. 



Madrid, 25 de noviembre de 2009.

lunes, noviembre 23, 2009

y si aún no lo conoceis, una suerte descubrirlo










Noticias

Cuba reeditará obras completas de José Lezama Lima
Las obras completas del escritor cubano José Lezama Lima estarán en febrero próximo a disposición del público lector como homenaje, en el centenario de su nacimiento, al autor de la polémica novela Paradiso, según se anunció el pasado 9 de noviembre.
El Instituto Cubano del Libro (ICL) informó que la casa editora Letras Cubanas aspira a presentar los volúmenes correspondientes a su Poesía completa,que contiene un estudio introductorio de César López, durante la XIX Feria Internacional del Libro de La Habana.
Después saldrán sucesivamente sus otros libros de ensayo, entre los que se cuentan Analecta del reloj(1953), La expresión americana (1957) y La cantidad hechizada (1970), así como la novelaOppiano Licario.
Rogelio Riverón, director de la editorial, anunció que también aparecerán los artículos que dedicó a prominentes figuras de las artes plásticas como Arístides Fernández y Víctor Manuel García. También se considera reeditar la Antología de la poesía cubana que Lezama Lima concibió en tres tomos en el primer lustro de los 60, con el añadido de obras de autores del pasado siglo.
El programa completo de homenaje al poeta cubano comprenderá exposiciones de artes plásticas, ciclos de conciertos, publicaciones digitales, proyecciones fílmicas y un coloquio internacional.
Lezama Lima (1910-1976) recibirá el próximo año un homenaje de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Desde hace años, Cuba puso en marcha una política gubernamental encaminada a reivindicar a grandes figuras de la cultura nacional, condenadas al ostracismo en las décadas iniciales de la Revolución.
Lezama Lima, considerado uno de los escritores más influyentes de todo el siglo XX cubano, fundó la revista Orígenes y el mítico grupo literario del mismo nombre.
La crítica considera a la novela Paradiso su obra cumbre que, al ser publicada por primera vez en 1966, fue acusada por algunos como “obra morbosa, hermética, indescifrable y hasta pornográfica”.
Con un estilo barroco, la polémica obra, con abiertas descripciones de la homosexualidad, fue publicada en 1970 por la editorial mexicana Era en una edición revisada por el autor y al cuidado del escritor argentino Julio Cortázar y el mexicano Carlos Monsiváis.
Participante, en septiembre de 1930, en los movimientos estudiantiles contra la dictadura de Gerardo Machado, el escritor sufrió la censura y marginación contra intelectuales y artistas acusados de homosexualidad o “debilidades ideológicas”, durante el llamado “quinquenio gris” (1971-76).
Fuente: El Informador






Cuerpo desnudo en la barca.
Pez duerme junto al desnudo
que huido del cuerpo vierte
un nuevo punto plateado.
Entre el boscaje y el punto
estática barca exhala.
Tiembla en mi cuello la brisa
y el ave se evaporaba.
El imán entre las hojas
teje una doble corona.
Sólo una rama caída
ilesa la barca escoge
el árbol que rememora
sueño de sierpe a la sombra.

jueves, noviembre 19, 2009

Los condenados - Tráiler

sacado de PUBLICO.ES y del blog de cine: http://www.notasdecine.es/13343/trailers/los-condenados-trailer-y-poster-de-la-nueva-pelicula-de-isaki-lacuesta/

domingo, noviembre 15, 2009

LIBRERIA QUIJOTE: nunca es tarde para agradecer a un hombre amable...








Una libreria es un bosque, un pequeño bosque de ramas en flor. Literalmente sale del bosque, y hoy de una forma "sangrienta" por la masificacion de la producion de "libros". El libro troquelado por millones, el mismo libro, el libro vacio, en blanco, donde se amontona el estupido ruido que ensordece el mundo, que lo emborrona. Ese tal vez, pase a vivir  en el estampido deslumbrante de las pantallas
Pero hay librerias, auntenticas alhamedas, donde los libros, como arboles de tinta en rama, reverdecen al contacto de los ojos, de los dedos y de los dedos de los ojos, ramas de tinta espectante de pajaros que las aniden, que los lean.
Entrar y volar es todo uno. Y dedos y ojos se coordinan en sus vuelos rasantes, llenando de melodioso silencio los estantes del alma. Y multiplicando la calidez de sus nidos.
Y alli hay un librero que alimenta el luminoso jolgorio, y cuida de esta fabulosa poblacion migratoria, clientes y libros, libros y clientes, intercambiando, en la lengua de los nomadas   a la que todos pertenecemos, todos los nombres, todos los nombres y sus silencios.
Una libreria siempre sera un oceano de islas del tesoro, los mapas de las islas, y en todas,  el tesoro: las voces y los nombres, el verbo que nos hace a todos dioses, mas que dioses, humanos, sencillamente humanos, convirtiendo  cada  dia en el primer dia del universo.

“Hoy en día se potencia mucho la universidad, pero los estudiantes no entran en las librerías”

entrevista de carmela lópez

José Luis Santalla Vázquez, de 65 años, nació en Ferrol, ciudad en la que sigue viviendo. Está casado y tiene cuatro hijos. Estudió en el instituto masculino y después cursó Magisterio en la Escuela de A Coruña. Terminó la carrera a los 22 años y a los 23 abrió la librería Quijote, situada en la calle Real, al frente de la que sigue, aunque ya están dando los pasos para que una de sus hijas tome el relevo.
El hecho de que haya optado por la profesión de librero es consecuencia de su gran afición a la lectura, que le gusta más que el Magisterio.
José Luis Santalla manifiesta que su librería se nutrió siempre de una clientela fija, por lo que notó muy poco los cambios que se han producido últimamente como consecuencia de las nuevas tecnologías. Principalmente, vende filosofía, poesía y “la literatura con letras grandes, no la de best sellers”. La mayoría de sus clientes son personas de entre 50 y 80 años, por lo que con el paso de los años se va perdiendo. “Se van sumando algunos cuarentones, pero no llegan a suplir a los que fallecen”, puntualiza.
Asegura que, por su experiencia en la profesión, el hombre compra más libros que la mujer, aunque ésta se está introduciendo cada vez más en el mundo de la lectura. De hecho, se muestra convencido de que en pocos años la mujer superará al varón en la afición a la lectura.
José Luis Santalla manifiesta que se está potenciando mucho la universidad, “pero los jóvenes no entran en las librerías”. Desde su punto de vista, esto es consecuencia de que los catedráticos son cada vez más partidarios de los apuntes y la información se busca a través de internet. De ahí que, por ejemplo, los libros técnicos hubiesen desaparecido.
No obstante, el titular de la librería Quijote asegura que el libro no corre peligro de desaparecer, “porque al gran lector le gusta olerlo y manosearlo. Lo quiere no sólo por la lectura, sino como objeto”.
En su establecimiento de la calle Real alberga alrededor de unos 10.000 ejemplares, fundamentalmente de novela, poesía y filosofía. Manifiesta que las publicaciones que hablan de Ferrol se venden bien, sobre todo en el momento que salen a la luz, como libro ocasional.
En cuanto a la literatura gallega, José Luis Santalla indica que no tiene buena salida. “Cuando yo abrí aquí, siendo un libro perseguido, se vendía bien, porque era una literatura de calidad. Hablamos de Rosalía de Castro, Castelao, Blanco Amor..., pero desde que se enseña en los colegios ocurre lo contrario, porque se están recomendando escritores de tres al cuarto, por lo que se ha perdido la afición”.
La mayor venta de publicaciones se registra en fechas concretas del año, como el caso del día de San José, la Navidad, el 23 de abril (Día del Libro) y las Letras Galegas. No obstante, José Luis Santalla sostiene que incluso en estas fechas se vende menos que antes, entre otras causas “porque los niños prefieren otros regalos”.
La jornada laboral de José Luis Santalla comienza a las 09.30 horas, cuando abre la librería. A mediodía cierra a las 13.30 y vuelve a abrir al público a las 16.30, regresando a casa en torno a las diez de la noche. Su profesión conlleva mucho trabajo de oficina, porque requiere estar al día de todas las novedades editoriales que se producen, realizar pedidos y devoluciones y contactar con los distribuidores. A este respecto, José Luis Santalla señala que cuando un cliente solicita un libro que no se tiene en la tienda, el librero trata de localizar la editorial y el distribuidor, realizando después los pedidos a través de internet. De este modo se puede conseguir cualquier obra que se demande, incluso libros extranjeros.
Esta amplia actividad burocrática que conlleva el hecho de regentar una librería propicia que el dueño del establecimiento Quijote pase muchas horas en el mismo, incluso los sábados por la tarde y los domingos.
Como ha quedado claro, su gran afición es la lectura y se inclina por el ensayo, la novela y algo de poesía. Entre sus autores favoritos figuran Giuseppe Tomasi di Lampedusa y Hermann Hesse.
José Luis Santalla también se confiesa amante del cine y la música clásica.
Historia del libro > El término libro procede del latín “liber libri”, que significa corteza, membrana de árbol. Desde sus orígenes, la humanidad tuvo que hacer frente a una cuestión fundamenal: la forma de preservar y transmitir su cultura, es decir, sus creencias y conocimientos, tanto en el espacio como en el tiempo.
Los orígenes de la historia del libro se remontan a las primeras manifestaciones pictóricas de nuestros antepasados, la pintura rupestre del hombre del paleolítico. Con un simbolismo, posiblemente cargado de significados mágicos, estas pinturas muestran animales, cacerías y otras escenas cotidianas del entorno natural del hombre antiguo, que trataba de dominar las fuerzas adversas de la naturaleza capturando su esencia mediante su representación. Son el más antiguo precedente de los primeros documentos impresos de que se tiene memoria.
Durante las edades antigua y media de la historia de la humanidad, época en que predominaba el analfabetismo, los libros eran escasos y costosos, puesto que todos estaben escritos a mano en grandes pergaminos que eran custodiados celosamente en algunas bibliotecas, como las de Pérgamo, Alejandría o Bizancio, de modo que quienes querían instruirse en ellos debían viajar a dichas ciudades y solicitarlos.
Con la invención de la imprenta por Gutenberg, se inicia la época de expansión bibliográfica, de la modernidad y del pensamiento crítico, facilitado en la actualidad con el acceso a la información en otro tipo de fuentes, tales como los periódicos, revistas e internet.
No obstante, se tiene conocimiento de que los chinos inventaron mucho antes un artilugio con el que lograron crear el primer libro impreso en el año 868.
El auge del libro no llegó hasta mediados del siglo XVIII, una vez superadas las dificultades tecnológicas que le impedían convertirse en una mercancía. La invención de la imprenta y el desarrollo del papel, así como la aparición de centros de divulgación de ideas, permitieron el surgimiento del escritor profesional, que dependía de editores y libreros y ya no del subsidio público o del mecenazgo de los nobles. A pesar de ello, la minoría que entonces cultivaba el gusto por la lectura se encontraba entre los nobles y las clases altas, ya que sólo estos grupos sociales sabían leer y escribir. Otro factor que potenció el aprecio por los libros fue la censura, que adquirió una mayor relevancia a finales del siglo XVIII.

martes, noviembre 03, 2009

L'ethnologue Claude Lévi-Strauss est ...

L'anthropologue Claude Lévi-Strauss







L'ethnologue est mort dans la nuit de samedi à
Entrevista a Lévi-Strauss
El jueves 24 de abril de 1997, en el suplemento “Cultura y Nación”,
el diario argentino Clarín publicó una entrevista a Claude
Lévi-Strauss. El periodista fue Michel Zlotowski, y destaca que aunque
el antropólogo francés no concede entrevistas, tuvo una excepción ya
que se considera amigo de la Argentina. En ese momento tenía casi 90
años y el artículo se tituló “Desencantos de un Mito del siglo XX”.
El mismo giró principalmente sobre la etnología, la función de la
tecnología en esta disciplina, el desencanto de la sociedad actual e
incluso la ecología y una mirada hacia sí mismo. A pesar de oscilar en
torno a una única disciplina, algunas reflexiones siempre son adecuadas
para la ciencia en general y porque no para la vida cotidiana también.

Brevemente
puede mencionarse que Lévi-Strauss fue el creador de un modelo teórico,
el estructuralismo, que en los años 60´ desbordo la antropología social
para ser aceptado al menos parcialmente por otras disciplinas sociales
(lingüística, sociología, psicoanálisis e historia entre otras). Su
esencia teórica puede resumirse como el abordaje estructural a temas
tales como las reglas del parentesco, la prohibición universal del
incesto, la exogamia e incluso la magia y los ritos. Estos y otros
fenómenos sociales se tratarían de procesos enmarcados en sistemas de
reglas culturales, que podrían ser analizados, desglosados y reducidos
a principios de signos reglamentados por sistemas de comunicación. Es
decir, que “…en esta perspectiva los fenómenos sociales se
definen, pues, como lenguaje: las conductas, las instituciones, las
tradiciones, son mensajes que yo puedo decodificar…”
(Eliseo Verón, en el prólogo a “Antropología Estructural”, Paidós, España, 1992).
En “El antropólogo como autor” (Paidós, España, 1989), Clifford Geertz comentando la obra de Lévi-Strauss y aún declarándose como totalmente alejado del estructuralismo, reconoce que “…cualquiera
que pueda ser el futuro de la circulación del intercambio de mujeres,
de los mitemas, la razón binaria, o de la ciencia de lo concreto, el
sentido de importancia intelectual que el estructuralismo aportó a la
antropología, y más especialmente a la etnografía…tardará mucho en
desaparecer…”
(1989).








LA EXPERIENCIA DE LO EXTRANJERO

La experiencia de lo extranjero es, en cierto sentido, la de la literatura, pues el escritor construye, dentro de su lengua, una lengua propia, extranjera; es también la experiencia de la traducción, que pone en contacto nuestros hábitos mentales y culturales con los ajenos, impregnándose en éstos de su diferencia y ampliando así el mundo. La presente colección de ensayos sobre poesía se acoge a este título para indicar el carácter de la crítica como género de pensamiento y escritura, situada siempre del lado del texto, tratando de abrir lecturas más que de juzgar o establecer categorías. Con esa perspectiva actúan las cuatro secciones del libro: “Apuntes del exterior”, dirigida a cuestiones de índole general y teórica (el pensar, la política, la utopía, la ciencia, el estatuto del poema, la forma libre…); “Notas para una crítica de la tradición”, orientada a problemas de historia de la literatura y al reconocimiento de una sostenida disidencia dentro de la tradición española; “Contemporáneos”, centrada en la obra de una serie de poetas fundamentales en castellano, de Antonio Machado a José-Miguel Ullán, de Cirlot a Gamoneda; y “La poesía objetiva”, que se pregunta por los rasgos de una poética actual a partir de la lectura de Rimbaud y Ponge, de Andrade o Ashbery. Al final de este recorrido, tal vez la crítica acabará mostrándose como reflexión sobre la vida, forma de apuesta existencial.
Cirlot, Ponge, Eugénio de Andrade, Ashbery, Machado, Vicente Núñez, Gamoneda, Gerardo Deniz, Ullán, Aníbal Núñez, Eduardo Milán, Ildefonso Rodríguez, Arthur Rimbaud… son algunos de los autores sobre los que anota y reflexiona Miguel Casado.





domingo, noviembre 01, 2009

! de Noviembre: el otoño adora el sexo de la lumbre



   AMOR IMPRESO EN EL ALMA, QUE DURA DESPUÉS DE LAS CENIZAS
Si hija de mi Amor mi Muerte fuese,
¡Qué parto tan dichoso que sería
El de mi Amor contra la vida mía!
¡Qué gloria, que el morir de amar naciese!
Llevara yo en el alma adonde fuese
El fuego en que me abraso, y guardaría
Su llama fiel con la ceniza fría
En el mismo sepulcro en que durmiese.
De esotra parte de la muerte dura
Vivirán en mi sombra mis cuidados,
Y más allá del Lete mi memoria.
Triunfará del olvido tu hermosura;
Mi pura fe y ardiente, de los hados;
Y el no ser, por amar, será mi gloria.

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