ESTO SI QUE ES UNA ALEGRÍA, QUE ALGUIEN NOS RECUERDE A LAS PERSONAS QUE IMPIDIERON, COMO EN CADA MOMENTO SUCEDE, QUE IMPIDIERON QUE VALLADOLID, EN PLENO FRANQUISMO FUERA UNA CIUDAD SECUESTRADA POR LA NEGRURA MAS TREMENDA, POR UN CLASISMO RANCIO Y ESTEPARIO, DE CUARTELARIO PAISAJE POBLADO DE CACHORROS BRUTALES, DE CLERICAL IGNORANCIA, QUE IMPIDIERON ILUMINANDO DE IRONÍA Y BELLEZA, DE LUCIDAS CHARLAS Y TODO DESDE UN RINCONCITO QUE MUY TEMPRANO CONOCI DE LA MANO DE F. S. RELIEVE, LA LIBRERÍA RELIEVE, CON PEPE DE FOGONERO INCANSABLE, Y ALLÍ LOS QUE NOS PRECEDÍAN, LOS QUE AQUI SE NOMBRAN, Y LA COSMOPOLITA SONRISA DE JORGE VIDAL Y SU LLAMEANTE HELVETICA, JO, CARLOS DUEÑAS, TORIO, FELIX, GABINO, BLAS.Y ENTRE LOS MAESTROS UN MAESTRO INOLVIDABLE, MARQUES, EXILIADO EN SU DIGNIDAD, ANARQUISTA SABIO Y HUMILDE, EL APODO POR SU MAGNIFICA PRESENCI, Y SU DELICADEZA. Y MUCHOS MAS QUE ASISTIMOS A LA PROLONGACIÓN DE AQUEL RECÓNDITO OASIS LLENO DE ESPEJOS DONDE HOJEABAMOS LOS SUEÑOS SECUESTRADOS POR DECRETO.
Y JUSTO ALEJO, SUS POEMAS LOS TOCO CON FACILIDAD, SIEMPRE A MANO. SON LAS COSAS JUSTAS DE LA VIDA, AHÍ ESTÁN, INTACTOS, IN-CONSUMIBLES (como los de otro amigo siempre en EL corazón: ANIBAL NUÑEZ).
Gracias por traernos esta memoria que hasta el Olvido adora.
JUSTO ALEJO EN LA LIBRERÍA RELIEVE, Y LO DEMÁS, MONSERGAS
El poeta sayagués Justo Alejo, Fotografía: Miguel Herberg
Por MANUEL ÁNGEL DELGADO DE CASTRO
El profesor de literatura Manuel Ángel Delgado recuerda y rinde homenaje en este texto al zamorano Justo Alejo (Formariz de Sayago, 1935-1979). Un poeta de culto que no contó con el reconocimiento que se merecía en vida y que hizo convivir en su obra, poesía y denuncia, tradición y vanguardia. Sus versos caminaron a la par que los pasos de la Librería Relieve de Valladolid que cerró sus puertas hace unos meses y a la que estuvo muy vinculado.
A Domingo Criado, Gabino Gaona, Santiago Amón, Narciso Carreras y Pablo Rodríguez, que se fueron con él
No son estos tiempos muy buenos para la justicia, aún con minúsculas. Tampoco son buenos tiempos para la lírica. Sin embargo, y a pesar de tanto desencanto, sí son tiempos para recordar a un ser que peleó por quitar la venda de los ojos a todo ciudadano que, a través de la publicidad y la propaganda, no sabe ver las mentiras que nos hacen pasar por verdades, de los Poderes y de los Poderosos, que a través de televisiones y plasmas, con una desfachatez (perdón por el término) sin límites, reinterpretan nuestra realidad a través de mensajes afeitados.
Pero estos sí son, y deben ser, tiempos para recordar a Justo Alejo, que hizo convivir poesía y denuncia, tradición y vanguardia, con respeto:
“MonuMENTALES REBAJAS (tristes tópicos) //subMINIFIESTO NORMAL”
Un Justo Alejo, poeta, que fue presionado por las varias vidas que le tocó vivir (poeta, militar, escritor crítico, sicólogo, traductor) y decidió “alejarse” -en palabras de otro hombre especialMENTE grande, de Valladolid, Blas Pajarero, y también especialmente, unido en estos tiempos… a la Librería Relieve, anticuaria y de lance- un ya lejano 11 de enero de 1979, en pleno desencanto de la ciudadanía, y desigual lucha a cara de perro de los Poderes fácticos, de aquella desencantada Transición.
“(…) En los vidrios de los Escaparates o en las
pantALLAS
ilumiNADAS
CON OTROS
SANTOS
SE ANUNCIA OTRA SANTIDAD
A
TODA PÁGI N A (…)”
de “Hoy en día el desencanto lava más blaaaanco”
Han pasado 35 años de su muerte, y dentro de 2 cumpliría 80. Algunos de sus amigos -que todavía le quedan- aún lo conmemoran. Con cariño y respeto. Por los adoquines que hay debajo del asfalto, entre risas y pocillos de vino en El Socia, danzan Isidoro Corbella, Francisco Sabadell, Fernando Santiago,Domingo Criado, Gabino Gaona… Palabras y tintas de imprenta, pinturas y flores, ingenio y sabiduría-
¡Oh!… ¡Ah-Ah! … Sí… Sisí … Yo… Yo-yó … YA es su YA …
… Aprendiendo, como decía Santiago Amón, otro de los alumnos y a la vez maestros de la “otra” Universidad, la universidad popular de la Librería Relieve, allá por la calle Cánovas, donde ejercía de aglutinante Domingo Rodríguez, maestro de ceremonias (y antes represaliado y apartado de las enseñanzas “oficiales”) junto a sus hermanos Pablo (con sus inolvidables e inmejorables “Retazos de Torozos”) y Pepe, que hoy sufre otra vez el exilio, como Jorge Guillén. Y Francisco Pino (versos y controversias), José Mª Arreciado, Narciso Carreras, Fernando Zamora (un magnífico “Allá Mundial Poema”); y Félix, el gran Cuadrado Lomas, el impulsor de otro modo de ver esta tierra nuestra, poniendo poesía al lado del silencio; junto con el “hermano en el alma”, Ramón Torío: soporte y bálsamo, conocedor y crítico veraz, encubridor y descubridor, guardián en suma de la personalidad de Justo Alejo, de los Pliegos de Cordel Valisoletanos, y de cualquier proyecto que respirara por la Librería Relieve, conBlas Pajarero.
Todos y cada uno son y forman parte de la historia de la cultura con mayúsculas de Valladolid en aquella larga posguerra civil. Una cultura donde hablar de literatura o arte sin seguir los pliegos pautados de la consigna oficial era ejercer y desarrollar la épica, a fuer de ser caballeros y escuderos andantes a la vez; una cultura donde, como narró y retrató de forma crítica Miguel Delibes en La Conferencia, era más fácil ir a un acto cultural porque era un lugar abrigado, que estar a la intemperie de la vida cotidiana, con todas las preguntas sin respuesta.
También en su Sayago natal, unos paisanos que se autodenominan “Amigos de Justo Alejo” quieren celebrar su persona y su obra de cara a esos 80 años, en 2015. Y aunque se aprecia cierta confusión y exceso de protagonismo, algo así como la imagen de un elefante entrando en una cacharrería… hablan de hacer y organizar lecturas, conferencias, ediciones de libros, y actos de todo tipo, entre los que están divulgar y difundir la obra de Justo Alejo en los colegios de su Sayago.
Y esto es algo encomiable y digno de alabanza, porque no hay nada más necesario que paisanos y futuros ciudadanos conozcan de primera mano la defensa de la verdad, la valoración de la ética, la denuncia de la manipulación informativa, sin medias verdades, o verdades confusas, falsos protagonismos o simulando remedios a nuestros males como los charlatanes de antaño:
“(…) aconsejándole cese en el USO del BÁCULO Y EL BULO: LA BALA Y EL ABUSO.
IGUALDAD para
TODO = TA/OS
supriMAN
SUPERman (…)”
de “monuMENTALES REBAJAS …”
Porque al contrario del “sálvese quien pueda”, o “es lo que hay”, o “no queda más remedio”, y otras monsergas cercanas a la resignación y al “valle de lágrimas”, hay que levantar la voz de hombres buenos como Justo Alejo que defiende a los que siempre “pagan el pato”, y denuncia tanta injusticia y tanto insulto a la inteligencia. Porque, además, estos “hombres buenos” son poetas, y hay que proCLAMAR que estos tiempos son buenos para la lírica que defiende la ética. Y lo demás… monsergas.
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